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Tormenta por la sede de la Davis

  • El capitán y los tenistas se enfrentan al presidente de la RFET, Pedro Muñoz, por querer que Madrid albergue la semifinal

Una "tormenta terrible" estalló ayer en el equipo español de Copa Davis, enfrentado al presidente de la Federación Española de Tenis, Pedro Muñoz, por la sospecha de que privilegia a Madrid como sede de la semifinal de septiembre ante Estados Unidos.

"Hay una tormenta terrible. Los jugadores queremos que se solucione de la mejor manera, pero si tiene que ser por la vía no buena, será por ésa", dijo en Roma a TVE Juan Carlos Ferrero. La tormenta comenzó temprano: el diario Marca publicó que el capitán, Emilio Sánchez Vicario, "puso el sábado su cargo a disposición del presidente" y que el ex jugador viajaría a Roma para explicarle su decisión a los jugadores, que se reunieron el lunes para analizar la situación.

Muñoz desmintió categóricamente la información, aunque admitió diferencias de criterio en cuanto a cuál debe ser la sede de la semifinal. "Nada, no tengo noticias de ninguna dimisión. Nada de nada", aseguró Muñoz. "Pido disculpas por aquello en lo que me haya podido equivocar", dijo Muñoz más tarde durante una rueda de prensa en Barcelona.

Admitió la posibilidad de que no respete el compromiso cerrado el mes pasado en Bremen con los jugadores. En aquella ocasión les prometió la "última palabra" en cuanto a la elección de las sedes de las eliminatorias. Sánchez Vicario viajó ayer a Roma, donde los jugadores disputan el Abierto de Italia, con una carta en la que Muñoz anticipa la posibilidad de "verse obligado a renunciar" a la "promesa de basar estrictamente sobre aspectos deportivos la decisión de la concesión de la sede".

Eso sucedería si surgen "motivos extraordinarios y de interés general para el tenis español", añadió la RFET en un comunicado. El ambiente en Roma es malo, porque los tenistas españoles se sienten ninguneados.

El eje de la disputa pasa por la sede de la semifinal que España debe jugar del 19 al 21 de septiembre ante Estados Unidos. Hay cuatro ciudades candidatas -Madrid, Benidorm, Tenerife y Gijón-, y la presión política y comercial es fuerte para que la capital española sea sede.

Algunos de los jugadores españoles ya señalaron que los 550 metros de altura sobre el nivel del mar de Madrid pueden favorecer el juego de ataque de los hermanos Bryan, Andy Roddick y James Blake. Las otras tres candidatas a sede están al nivel del mar.

Fernando Verdasco y Feliciano López, dos jugadores de Madrid, miran en cambio con buenos ojos jugar en la capital del país, que vio pasar de largo las últimas cuatro semifinales en España. Muñoz fue hasta hace pocos años presidente de la Federación Madrileña, y tiene un compromiso personal con la ciudad.

Además de negar la renuncia de Sánchez Vicario, Muñoz también aseguró que ningún jugador le dijo nunca que no quiere jugar en Madrid.

"Nunca nadie me ha dicho nada. Ningún integrante del equipo me ha dicho nunca que no quiera jugar en Madrid", insistió Muñoz, que dará a conocer la sede el viernes. "Si me dijeran algo, sería una novedad". El presidente de la RFET admitió que el capitán, con el que conversó el fin de semana en Barcelona, es partidario de postergar Madrid para jugar al nivel del mar.

"Emilio me dio su opinión acerca de las condiciones técnicas, que van más por el lado de jugar a nivel del mar", reconoció Muñoz, que asegura no querer perder a Sánchez Vicario: "Es mi capitán, lo puse contra viento y marea. Y los resultados me dieron la razón". En medio de la lucha por albergar la semifinal de la Copa Davis hay un dato importante: la Comunidad de Madrid es desde hace pocas semanas una de las patrocinadoras oficiales a nivel mundial del centenario certamen. Y la oferta económica que hace Madrid para ser sede es importante: 2,1 millones de euros.

¿Pesa eso en la decisión que debe tomar la RFET? "En mi decisión, no. Pero en un contexto global... la apuesta por Madrid es del tenis, de la Federación Internacional", admitió Muñoz.

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