cOVIRÁN GRANADA | REAL CANOE

Trabajo y gran victoria

  • El equipo de Pablo Pin derrota a un Canoe que se mantiene metido en el partido dos cuartos y medio y que se diluye en los últimos quince minutos

  • La intensidad y la defensa, claves

Josep Pérez trata de penetrar a canasta en una acción del choque de ayer.

Josep Pérez trata de penetrar a canasta en una acción del choque de ayer. / fotos: carlos gil

Había que ganar y se ganó. El Covirán no podía fallar ante un rival directo como el Canoe y firmó su tercera victoria en un encuentro que fue duro en la primera mitad y en el que los pupilos de Pablo Pin se tuvieron que poner el mono de trabajo para deshacerse de un rival que se mantuvo en el partido hasta casi el final del tercer cuarto. Fue entonces cuando los madrileños se estamparon de lleno contra la principal virtud que tienen los granadinos: la defensa. Hasta entonces, parece que la escuadra nazarí 'cocinó' a fuego lento a sus invitados hasta que decidió dar más intensidad a los fogones, que llegó cuando se movió más el balón en ataque y apareció la efectividad. A los dos minutos del último cuarto el Canoe se cortocircuitó definitivamente.

A pesar de lo que pueda indicar el resultado, el Covirán tuvo que trabajar de lo lindo para romper toda la resistencia del Canoe. Eso sí, cuando los visitantes doblaron la rodilla sufrieron toda una avalancha de juego de los granadinos, que prácticamente se pasearon durante todo el último cuarto en diez minutos que fueron toda una fiesta.

Los dos primeros cuartos de la contienda fueron muy igualados a ambos lados de la pista

Bortolussi y Alo Marín saltaron a la cancha en el quinteto inicial con la misión de intentar parar a Tyson Pérez y Jugovic, las dos principales amenazas en ataque del conjunto madrileño. Con las defensas bien asentadas, los dos conjuntos intercambiaron canastas. El primer conato local, tras un triple de Alo Marín (7-2), fue contestado por los visitantes con dos lanzamientos desde más allá de la línea de 6,75. El partido se mantuvo igualado, con gran intensidad en las retaguardias y no pocos errores en el tiro, hasta que dos canastas consecutivas de Tyson Pérez obligaron a Pin a parar el partido (11-14, 7'). Además, el técnico dio entrada a Almazán y Rubio para dar más consistencia al juego de su equipo. Los guarismos se volvieron a igualar rápidamente y así se mantuvieron hasta el final del primer cuarto, tras un triple de Almazán al que respondió Fuentes sobre la bocina: 20-19.

No empezó bien el segundo acto, con un 2+1 de Tyson Pérez y la segunda personal de Guille Rubio. Además, el Covirán tenía problemas para acercarse al aro rival y cuando lo hacía se erraba más de lo deseado. Por este motivo, los granadinos intentaron amenazar desde el exterior con la presencia en la pista de Josep Pérez y Manu Rodríguez. Un triple del granadino volvió a poner a los locales por delante (25-24). Pero los madrileños se mostraban con un conjunto rocoso difícil de despegar. Cuando los nazaríes ponían velocidad a sus transiciones ofensivas, sus invitados respondían con un triple. Igual con los fallos. Wright, con rebotes en las dos pistas, y Olmos, con canastas bien trabajadas en la 'pintura', mantuvieron a los locales, que se fueron al descanso con una mínima renta de tres puntos: 35-32.

Con mucho por decir y todo por decidir se reanudó el encuentro con una rápida canasta de Rubio. Tras una acción de Jugovic y varios ataques fallidos en las dos pistas, cuatro puntos más del catalán pusieron la máxima ventaja hasta entonces para los granadinos (41-34, 23'). Lo malo es que el pívot vio la tercera poco después. Se pudo incrementar más las diferencias, pero malas decisiones en ataque lo impidieron al no dar continuidad al buen trabajo defensivo. Así, hasta que Corts cambió el ritmo de la contienda y el acierto de Pardina y De Cobos cambiaran la decoración del choque al situarse la ventaja por encima de los diez puntos (49-38).

Llegó el momento a las huestes de Pin. Un rápido contrataque de Corts al más puro estilo 'yomeloguisoyomelocomo' y un triple de Pardina, todo aderezado con un gran trabajo atrás, pusieron al Covirán catorce puntos arriba (54-40, a 2'25'' para la conclusión del tercer cuarto). Conscientes de que ahí se podía estar decidiendo el encuentro, el Covirán apretó aún más en la retaguardia. Presionó en toda la pista y cerró bien los rebotes ante un Canoe cada vez más ansioso. Otro triple de Pardina elevó la ventaja a 17 puntos, que Jugovic, sobre la bocina, dejó en quince a falta de disputarse el último acto: 59-44.

Olaizola intentó quemar las últimas naves de su equipo nada más reanudarse la contienda, pero Wright contestó rápidamente con un 2+1 (62-46). Y cuando los granadinos no aprovechaban sus ataques, la defensa imprimía más presión aún con la que ahogaron a sus rivales. A falta de ocho minutos, otro 2+1 de Alo Marín dictó la sentencia (65-47). A partir de ahí, el partido entró en un corre-calles en el que el Covirán se lo pasó en grande. Olmos puso la diferencia en 20 puntos (72-52) cuando aún faltaban cuatro minutos para el final, un tiempo que fue una penitencia para el Canoe.

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