ciclismo lVuelta a España

Triunfal órdago de Contador

  • El ataque kamikaze del pinteño revienta a Purito y lo viste con el maillot rojo · Valverde se encarama a la segunda plaza

Un ataque kamikaze de Alberto Contador en el Collado de la Hoz, a 52 kilómetros de meta, reventó la Vuelta a España y le otorgó al madrileño el liderato, rubricando con un triunfo memorable la etapa disputada entre Santander y Fuente Dé, en la que claudicó Purito Rodríguez, ahora tercero de la general al ser superado también por Alejandro Valverde.

Contador dinamitó la Vuelta con un ataque lejano que concluyó con victoria en solitario en Fuente Dé, donde aventajó en 6 segundos a un grupo compuesto por Alejandro Valverde, Sergio Henao y Gorka Verdugo, y en 2.38 minutos a Purito, quien admitió haber perdido la Vuelta. "Voy a luchar hasta el final", dijo en la víspera, pero pocos esperaban su explosión en un puerto anónimo de Cantabria de nombre premonitorio para Purito: el Collado de la Hoz. A un kilómetro de la cima se desató la locura. Todo o nada. A por él, se planteó un Contador herido, que nunca muerto.

El madrileño ya hizo de fisonomista en el primer puerto, el Collado de Ozalba, donde detectó caras de sufrimiento. Purito daba señales de debilidad, y el de Pinto olió sangre. Eso le dio datos y le alteró el ánimo. En La Hoz salió disparado, y en ese ataque enseguida vio como Purito no daba respuesta. No era el líder lapa que se pegó a su rueda en todos los puertos anteriores, en aquellos muros en los que incluso le había comido la moral el catalán.

Ese movimiento tenia una continuidad preparada, pues en la escapada que marchaba por delante había dos hombres del Saxo, Jesús Hernández y Sergio Paulinho, y además un viejo amigo y ex compañero, el italiano Paolo Tiralongo, ganador de una etapa en el Giro 2011 gracias a un regalo de Contador. Ambición desmedida. Los 6 segundos de bonificación del sprint intermedio de Potes los agarró Contador.

"A todo gas, compañeros", fue la orden. Y así fue. Mientras Purito se desangraba poco a poco, impotente ante la avería que se avecinaba. Era el inicio de una escapada de 50 kilómetros hacia la gloria. "Sin comer, un poco hacia lo desconocido, "ya que su idea por la mañana era probar a tres kilómetros de Fuente Dé.

Primero a remolque de sus compañeros de equipo y luego de Tiralongo, Contador fue alejando a Purito, quien contó con el apoyo de Losada hasta que éste se hundió. El jefe se quedaba solo. Y perder la Vuelta ya no era el único daño posible, sino que también estaba en juego la segunda plaza, ya que Valverde fue remontando hasta unirse a los hombres intercalados, y con la ayuda de Intxausti y Quintana se puso a tiro de piedra de Contador.

El ascenso a Fuente Dé, largo, de 17 kilómetros, pero suave en sus rampas fue un camino hacia la gloria de Contador. Más de dos minutos de ventaja sobre Purito. Por detrás Valverde iba recortando. Se quedó a 6 segundos de la victoria. Había llegado antes Contador, eufórico. Tres gritos al aire, enfrente de una muralla natural que adorna los majestuosos Picos de Europa, pura roca, como la moral del nuevo líder, que ya no depende de la Bola del Mundo. Depende de su ventaja: 1.52 minutos a Valverde y 2.28 a Purito. Encarriló su segunda Vuelta.

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