Tenis

Tsonga remonta a Federer y se jugará con Djokovic el pase a la final

  • El francés levanta dos sets al seis veces campeón del torneo para ganarle por 6-3, 7-6, 6-4, 6-4 y 6-4. Djokovic se deshizo antes del australiano Bernard Tomic por 6-2, 3-6, 6-3 y 7-5.

Roger Federer, seis veces campeón de Wimbledon, ha caído por segundo año consecutivo en los cuartos de final, donde el francés Jo-Wilfried Tsonga le venció por 6-3, 7-6 (3), 6-4, 6-4 y 6-4 para acceder a su primera semifinal en el All England Club, que disputará ante el serbio Novak Djokovic, que superó a Bernard Tomic por  6-2, 3-6, 6-3 y 7-5.

Federer, que lideraba los enfrentamientos ante el jugador galo con cuatro victorias frente a una sola derrota (en Montreal, en 2009), condujo el partido en el arranque, pero perdió el control en el tercer set, lo que permitió la remontada de Tsonga en un duelo que se extendió durante tres horas. El suizo, que pese a su despedida de Wimbledon conserva el número tres del mundo, ya fue eliminado en 2010 por el checo Tomas Berdych en esta misma ronda, después de siete años disputando la final del Grand Slam de Londres.

"He jugado increíble. Hoy todo entraba. Ha sido una locura. Estoy muy feliz de ganar contra él y quiero disfrutarlo con mis amigos y mi familia. No me puedo creer que esté en semifinales", dijo Tsonga a pie de pista, seguro de poderse recuperar a tiempo para buscar toda la energía perdida este miércoles antes de su cita ante Djokovic.

Si bien el suizo había aterrizado con suficiente confianza sobre la hierba de la Central para encarar favorablemente ese duelo, la temprana rotura que anotó le valió para acomodarse todavía más. Quizá eso, unido a la condición de tercer favorito, le reportó excesiva seguridad, que su contrincante empleó poco a poco para dar la vuelta al partido. Federer fue fiel a su estilo, subiendo a la red siempre que veía una ocasión. Cubrió de forma estelar y trató de marear a su adversario de un lado a otro de la pista.

Lo consiguió en muchas ocasiones, pero ante sí tenía a un luchador y atrevido número 19 del mundo, que no se amedrentaba ante nada. Sólo en el primer set subió once veces a la red. En cinco de ellas lo hizo acertadamente, frente a las seis visitas de Federer, con la mitad de ellas bien resueltas. En todo el partido, Tsonga subió en 58 ocasiones, con 37 aciertos. Para Federer, fueron 26 sobre 42. La diferencia entre los dos jugadores en el inicio del partido radicó en su capacidad para aprovechar las grandes opciones: mientras Federer rompió a la primera ocasión que se le planteó, Tsonga dejó escapar dos bolas de rotura en el set inicial.

El francés no mostraba rendición en ningún momento, pese a haber cedido en la primera manga. Al contrario, empezó a sacar lo mejor de sí mismo en la segunda y continuó con esa tendencia durante el resto del encuentro. En los 47 minutos del segundo set se vivieron algunos de los instantes de mayor intensidad.

La superioridad de Federer en el ránking se puso de relieve ante una cierta desconcentración de Tsonga, que cometió errores en los instantes decisivos. La balanza se decantó en el 7-3 a favor de Federer, que buscaba en esta edición igualar a Pete Sampras y a William Renshaw con su séptima corona de Wimbledon.

Llegado el tercer set, Tsonga había tenido ya tiempo de aclimatarse, y asumir sus anteriores fallos y crecer en la pista. Por primera vez en todo el partido rompió el saque de Federer en el quinto juego y avanzó hasta el décimo arriba. La presión todavía le estaba jugando malas pasadas y, de cuatro bolas de set que tuvo, dejó pasar tres. La cuarta le permitió dar la vuelta al partido y encarar una espectacular remontada.

Así empezó la segunda parte de esta lucha de titanes. A Tsonga le funcionó su volea y retaba al ex número uno. Todas las pelotas del galo empezaron a entrar en su sitio, abandonó los errores, se centró y en el quinto juego del cuarto set rompió el servicio de Federer.

Pese a cometer el doble de errores no forzados que su rival (22 sobre 11), Tsonga se sintió ganador. Y esa fue su mejor arma. Confió en sus posibilidades y se aseguró no flaquear en el servicio para firmar esa cuarta manga. Con la misma tendencia, ya inclinado hacia la victoria, arrancó el quinto.

Tsonga tuvo de su lado dos bolas de rotura en el primer juego. Sacó partido a la primera. En el décimo, vio aparecer su primera bola de partido y actuó. Ya para entonces su nivel era muy superior al que demostró en un principio, cuando entonces solamente soñaba con vencer al gran Federer.

Djokovic iguala su mejor resultado en Londres

 Con su paso a semifinales, Djokovic iguala su mejor resultado hasta ahora en Wimbledon, que logró también en 2007 y 2010, en una temporada en la que se ha proclamado campeón en Australia y ha alcanzado la penúltima ronda en Roland Garros.

Tomic, que en tercera fase se deshizo del quinto cabeza de serie, el sueco Robin Soderling, era el tenista más joven del cuadro este año en Wimbledon y, con 18 años y 251 días, el cuartofinalista con menos años en el All England Club en el último cuarto de siglo, después de que Boris Becker llegara hasta esta fase en 1986 con su misma edad.

"Fue un partido muy duro, porque Tomic es un jugador impredecible. Es muy joven, eran sus primeros cuartos de final en un gran torneo y no tenía nada que perder. Golpeaba muy fuerte y era muy difícil predecir hacia dónde iba a tirar. Era como jugar al gato y al ratón", señaló el serbio al terminar el encuentro. El número dos del mundo se mostró "entusiasmado" con alcanzar por tercera vez la penúltima ronda de Wimbledon, en la que tratará de estar "preparado para centrarme en mi juego y enfrentarme a cualquiera, todos los rivales son duros en esta fase", dijo el jugador.

En el partido, Djokovic rompió en el primer juego el servicio de Tomic, que cometió demasiados errores no forzados al principio del duelo y se mostró impreciso en sus primeros saques, si bien servía con más potencia que el serbio.

Tras anotarse Djokovic el primer set, el guión del encuentro dio un giro completo en una segunda manga en la que Tomic, desperezado, afinó su puntería en los primeros servicios, rompió pronto el saque de Djokovic, y supo contrarrestar las embestidas del número dos para terminar imponiéndose por 3-6. Era el segundo set que perdía Djokovic en el torneo, después del que le arrebató el chipriota Marco Baghdatis en tercera ronda.

El joven australiano aprovechó la inercia ganadora para situarse con una ventaja de 1-3 en el tercer set, ante un Djokovic que, aunque plantaba cara, mostraba cierta impotencia y reclamaba constantemente el juicio el Ojo de Halcón, que confirmaba las bolas del australiano.

A partir de ahí, volvieron las inseguridades de Tomic, que no conseguía acertar en los primeros servicios y fallaba demasiadas bolas en el peloteo, lo que le permitió al serbio dar la vuelta al marcador y ganar el tercer set por 6-3.

El australiano, que todavía no había dicho su última palabra en el encuentro, tensó de nuevo el duelo al romper el servicio de Djokovic para adelantarse de nuevo en un cuarto set en el que, con serias dificultades, se terminó imponiendo el serbio por 7-5.

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