El Valencia Básket pasó por encima de un decepcionante Iberostar Tenerife y certificó matemáticamente su condición de cabeza de serie en el sorteo de los cuartos de final de la Copa del Rey, al tiempo que aplazó la clasificación de su rival.

El equipo canario visitaba la Fonteta tras cinco victorias seguidas y en un gran momento de forma, pero apenas presentó batalla durante cinco minutos. Después se desinfló por completo, incapaz de hacer daño a la intensa defensa local ni de frenar sus ataques, pese a que el Valencia no parecía haber apretado a fondo el acelerador.

Lento en la ejecución de sus sistemas e impreciso en el tiro, a los locales les costó unos minutos arrancar, por lo que el Iberostar Tenerife impuso un ritmo pausado (8-9). Sin embargo, la entrada en la pista de Bojan Dubljevic despertó a los locales, gracias a sus siete puntos consecutivos (21-11).

Con un desacertado Sekulic como único referente ofensivo, los isleños se atascaron por completo en ataque. Un par de triples de Lubos Barton, en su partido 200 en la ACB, ampliaron la renta local hasta dejarle en disposición de romper el partido.

Richiotti trató de hacer reaccionar a su equipo, pero sus valientes penetraciones, aunque reactivaron el ataque tinerfeño, apenas bastaron para contener el aluvión de triples con un certero Pau Ribas como protagonista (51-29).

Todo el trabajo que pudiera haber hecho en el descanso Alejandro Martínez con su equipo se vino abajo en apenas un minuto. Un parcial de 9-0, con Rafa Martínez de ejecutor, lo obligó a pedir un tiempo muerto para detener la caída libre (60-29).

Cierta relajación defensiva local permitió respirar al Iberostar durante unos minutos. Fue un espejismo. Velimir Perasovic logró con su rotación que su bloque volviera a aumentar su intensidad defensiva y las transiciones le bastaron para mantener el control (76-46).

Con el choque decidido, la casta de Carles Bivià y Chagoyen permitió a los visitantes pasar sin demasiadas penas la condena del último cuarto. Para completar la fiesta, la Fonteta disfrutó seis minutos de Pablo Pérez, la gran joya de la cantera local, partícipe del mejor arranque del Valencia en la ACB.