Alejandro Valverde, líder del Movistar, afronta con "ilusión y ganas" su primer Giro de Italia, con 36 años, y convencido de que la veteranía le ayudará "a correr más sin presión".

"Pienso que la edad, sobre todo, ayuda a que corra más tranquilo. Pero además ayuda que esto sea mi pasión. Es alegría, ilusión... Cuando deje la bicicleta seguiré haciendo lo mismo, pero sin tener que llegar a una competición y estar al 100%", aseguró el murciano, que llega en plena forma a la salida de la carrera en la localidad holandesa de Apeldoorn con triunfos en la Vuelta a Andalucía, Castilla y León y la Flecha Valona. "La preparación ha sido perfecta. El trabajo está bien hecho y veremos lo que pasa en Holanda", afirmó el español, para quien un buen resultado el próximo 29 de mayo en Turín sería "estar en el podio y haber conseguido alguna etapa".

De los rivales, destacó a "Nibali, sin duda el candidato número uno". "También está fuerte Landa y siempre hay corredores peligrosos como Dumoulin, Chaves y alguno más, que marcarán la carrera". Praia a Mare (cuarta etapa), el final en alto de Roccaraso (sexta) y el sterrato de Alpe di Poti antes de Arezzo (octava) configuran una entrada a Italia "complicada, con alguna emboscada", de las que hay que salir bien para afrontar la montaña en igualdad de condiciones.