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Victoria tranquila para Nadal

  • El balear se enfrentará a Seppi en semifinales tras superar a Cuevas

Rafa Nadal se clasificó sin problemas para las semifinales del torneo de Hamburgo (Alemania), puntuable para la ATP y que se disputa sobre tierra batida, tras derrotar sin problemas ayer al uruguayo Pablo Cuevas en dos sets por 6-3, 6-2.

Tras ciertas dudas en sus dos partidos anteriores ante Fernando Verdasco y ante el checo Jiri Vesely, el balear, ante un rival peligroso, se mostró algo más firme, aunque tampoco necesitó su mejor tenis para deshacerse del sudamericano, demasiado errático.

"Estoy muy feliz de estar en semifinales de Hamburgo", comentó el español. "Cada partido es difícil", reconoció el ex número uno del mundo. "Cuevas es un gran jugador. Todo podía pasar", añadió el tenista balear.

Nadal ya sabía de la peligrosidad de Cuevas, que este año le había exigido en su único enfrentamiento entre ambos, en los cuartos de final de Río de Janeiro (Brasil), donde tuvo que remontar para imponerse por 4-6, 7-5 y 6-0. Pero en esta ocasión Nadal no encontró tantos problemas y controló casi siempre el partido, con más problemas en el primer parcial, donde desperdició una vez más ir por delante. En el segundo, el uruguayo no opuso resistencia y dio vía libre a sus sextas semifinales del año, donde se medirá al italiano Andreas Seppi, que se aprovechó de la baja de su compatriota Simone Bolelli por gastroenteritis.

El español comenzó como más le gusta, con break al primer servicio de un Cuevas que estuvo lastrado en esta faceta del juego, con seis dobles faltas y debilidad con el segundo saque. Por el contrario, Nadal, tras mostrar problemas en la víspera (siete dobles faltas) con el servicio, estuvo mejor, aunque no pudo evitar que su rival igualase el partido en el sexto juego.

Pero el sudamericano fue demasiado irregular para mantener el nivel ante el ex número uno del mundo que volvió a romper en el siguiente juego para encadenar cuatro juegos seguidos que le dieron el primer set y le pusieron por delante en el segundo.

A partir de ahí, Nadal sólo tuvo que esperar los errores de Cuevas, que acabó con 27 fallos, para inclinar la balanza de su lado. Una rotura en el cuarto y otra en el octavo juego dieron la victoria al balear frente a un rival que sólo ganó diez puntos en esta segunda manga.

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