El Granada volvió al trabajo después de dos días de descanso. El último entrenamiento de la plantilla rojiblanca fue en las instalaciones de La Manga del Mar Menor el pasado miércoles, ya que Joaquín Caparrós les dio descanso a los jugadores tanto el jueves como el viernes. El entrenador lo consideró oportuno con el objetivo de que la plantilla recargara las pilas después de los diez días de concentración en la localidad murciana, donde la intensa carga de trabajo fue la nota predominante.

En la sesión matutina del día de ayer no se ejercitaron Sulayman y Clifford. El futbolista gambiano, debido a unas molestias en el quinto metatarsiano, mientras que el delantero ghanés no entrenó por un dolor en la parte externa de la rodilla. Sulayman arrastra esta molestia desde el partido ante el Albacete. Por su parte, Clifford tuvo que ser sustituido en el encuentro que disputó el Granada B ante el Eldense.

Piti tampoco trabajó junto al grupo. El catalán realizó trabajo específico de recuperación de su rodilla, que tantos quebraderos de cabeza le está dando durante la pretemporada. El capitán realizó carrera continua y trabajó tanto con balón como sin él, aunque se retiró antes al vestuario. Diego Buonanotte tan sólo se dedicó durante todo el entrenamiento a la parcela física. Una declaración de intenciones de que el futuro del menudo futbolista argentino anda cada vez más lejos del club rojiblanco.

Joaquín Caparrós dividió en dos grupos el entrenamiento. Mientras uno de ellos hizo trabajó físico a las órdenes de Alfonso Morcillo, el otro trabajó tácticamente aspectos del juego como las basculaciones y el repliegue. Más tarde el preparador rojiblanco ordenó un partido en el que no se podía robar la pelota. Para finalizar la sesión, los centrales hicieron un trabajo específico de velocidad de reacción.