A Vicente del Bosque parece recorrerlo cierto estremecimiento de placer cuando habla de Xavi, el "líder amable" sin el que España no sería la que encandila. "Él es un hombre de equipo, los premios individuales no le atraen", destacó.

"Hay unos cuantos que son líderes amables. No sólo uno, no voy a decir nombres, pero ejercen ese liderazgo suavemente, sin imposiciones. Eso a los grupos les hace mucho bien. Luego, a los que van llegando, se les transmite. Tampoco hace falta imponer", añadió.

Podría decirse que esos jugadores tienen un espejo en Del Bosque, en cuanto a convencer antes que imponer, pero lo del cerebro del Barça es también una convicción personal. Lo demostró el sábado, cuando fue elegido como mejor jugador y su reacción fue decir que no cree en "premios individuales".

"Lo que dijo fue modélico, y lo dice desde la conciencia de lo que piensa", elogió Del Bosque.

Y lo demostró nuevamente ayer. Un periodista italiano comenzó una pregunta mencionando que Marcos Senna había sido elegido como el mejor jugador de la Eurocopa. Era un error, porque el mejor del torneo fue Xavi, quien sólo sonrió y elevó con un gesto de picardía sus pobladas cejas. La defensa del pequeño mediocampista llegó en la boca de otros periodistas.

Sus compañeros admiran a Xavi por su fútbol, pero también por sus gestos. Casillas, arquero y capitán, estaba en el banquillo ante Suráfrica. Xavi, con 76 partidos, uno más que Puyol, recibió en el vestuario el brazalete de capitán, pero la reacción fue inmediata: se lo entregó a Puyol, que no había jugado ante Iraq y se aprestaba a sumar su encuentro número 75. "No significa nada que yo lleve un partido más. Puyol es el segundo capitán, lleve los partidos que lleve", dijo Xavi, el único que jugó los 15 partidos de la racha ganadora de la selección. "No sabía ese dato, es un orgullo".