La peor despedida posible de la temporada. El Club Baloncesto Granada encajó una paliza ante el Unicaja: 42 abajo en el tanteador (51-93), la derrota más abultada en casa de toda su historia. También, la ocasión en la que menos puntos ha encestado en el Palacio de Deportes, pista en la que nunca había bajado de 58. Como mal menor, el equipo entrenado por Trifón Poch se mantiene en la undécima plaza de la tabla de clasificación de la Liga ACB, si bien tiene la amenaza de perderla, ya que en la próxima jornada descansa y el Estudiantes juega estando a tiro de una victoria y con el basket average a su favor.

El partido ante el Unicaja duró para el equipo granadino lo que tardó en anotar un 4-0 de salida. A partir de ahí, Marcus Haislip tomó la iniciativa sobre la pista delantera para poner al conjunto malagueño con cuatro puntos de ventaja (6-10). Trifón Poch optó por sentar a su marcador, Juan Gutiérrez, pero el 'pescao' estaba servido.

El técnico visitante, Aíto García Reneses, pasó a mover el banquillo, a la vez que ordenó dar una vuelta de tuerca en las labores defensivas. El fruto, de inmediato para los malagueños que, tras un triple de Scepanovic (9-10), firmaron un parcial de 0-16 para situarse quince arriba en el tanteador (9-24), que al cierre del primer cuarto aumentó hasta 18: 11-29.

Los nazaríes estuvieron cinco minutos sin encestar. Y las estadísticas ACB lo decían todo y a 'voces' 'mirando a la valoración global: 2 para los locales y 43 para los visitantes.

En la segunda manga, más de lo mismo. El CB Granada, como en casi en toda la segunda vuelta del campeonato: jugando al lío adelante y sin tensión alguna atrás. Y el Unicaja, de paseo por el parqué del Palacio contraatacando y colgándose del aro una tras otra vez amenizado por los olés y aplausos de la afición granadina.

A dos minutos y 59 segundos para llegarse al descanso, la diferencia que registró el tanteador (15-50) fue para lo que fue, para que el público local dedicara una sonora pitada a los suyos, que se retiraron a los vestuarios a 'meditar' con 33 puntos abajo: 22-55. ¡¡Ah!!, y Haislip, 19 puntos encestados (tres menos que todo el CB Granada). ¿Quién lo defendía?. Juan Gutiérrez, primero, y Pablo Aguilar y Nacho Martín, después, ni lo vieron. Hasta ese momento, el estadounidense del Unicaja clavó nada más y nada menos que cinco triples.

La meditación en el tiempo de descanso sólo dio para apretar algo en defensa y, a partir de ahí, abrir la feria del festival desde la línea de 6,25. El CB Granada recortó algo la diferencia, pero con el 'consentimiento' de los visitantes. Gianella, Scepanovic y Hunter se encontraron más sueltos y tomaron decisiones. El base sacó provechó de penetraciones y los dos aleros, de algún tímido triple.

Los últimos diez minutos de juego se iniciaron con 29 puntos abajo en el marcador (42-71). Y con un quinteto en pista anunciador de que el entrenador local, Trifón Poch, pasaba de todo -Cherry, el júnior Berni Castillo, Videnov, Aguilar y Martín-. Al poco, el Unicaja instaló en el macromarcador del Palacio de Deportes su máxima renta de todo el partido: 44-82 (38 puntos).

Con cinco minutos aún por disputarse, el Unicaja se limitó a ser pausado jugar rápidas transiciones para tratar de desgastarse lo mínimo posible, por lo que dejó hacer al CB Granada, aunque la verdad es que no estaba para muchos líos.

Las peñas de la entidad granadina entendieron que había que 'tapar' el ridículo y organizaron un desfile al son del bombo para distraer a la afición. Se unieron también seguidores del Unicaja. Y el cronómetro avanzó poco a poco.

A 1'5'' del final, Poch al menos tuvo el detalle de sentar a uno de los jugadores que no seguirá la próxima temporada, Vlado Scepanovic. El público le dedicó una importante ovación, que el montenegrino supo agradecer.

Diecinueve segundos más tarde, el que cogió las de la banqueta el otro que tampoco continuará, Curtis Borchardt... y la afición le aplaudió puesta en pie.

Casi a renglón seguido, Berni Castillo anotó de tiro libre su primer punto en la ACB (51-90). Y el Unicaja no cejó en el empeño de sumar y sumar sin apenas oposición. NDong, con un alley-opp dunk, cerró el choque con la máxima renta de todo el choque (42). El adiós más duro posible.