"Iba bien el día". Tan lacónico como claro expresó su estado de ánimo el velocista Ángel David Rodríguez nada más conocer la detención de Antonio David Jiménez Pentinel. Hubo un sinfín de declaraciones, muchas omitiendo el nombre del fondista sevillano, en las redes sociales durante esa noche y a lo largo del miércoles. Otra sacudida de alto grado en la escala de Richter zarandeó al atletismo, un deporte hecho añicos en España en los últimos años junto al ciclismo, plagado de historias negras, de leyendas convertidas en ángeles caídos y de cierto tufo a impunidad durante demasiado tiempo. Operaciones de la Policía y de la Guardia Civil entraron de lleno en los intestinos de este deporte, desde Galgo a Jimbo.

"Ha pasado tantas veces que no me apetece ya decir nada. Sin embargo, cada día más admiración por los que trabajamos honestamente". Son palabras de Luis Alberto Marco, ochocentista nazareno que también dio su particular visión en Twitter de lo que rodea a su deporte, de nuevo en boca de todos por un caso sucio, aunque lleve el apelativo de presunto siempre por delante. "Indignación justificada en el atletismo español, esta vez no se le puede quitar hierro al asunto", escribía el mediofondista vallisoletano Álvaro Rodríguez. "A dormir como un angelito, como cada noche... y como casi todos mis compañeros. Conciencias tranquilas son la mayoría, no lo olvidemos", afirmó Isabel Macías, corredora de 1.500 metros y novia de Luis Alberto Marco.

En la cuenta de Facebook de Pentinel, activa el martes por la noche y ayer por la mañana, fuera de órbita desde mediodía, había halagos e insultos. Sus defensores abogaban por esperar a que el caso se resuelva en los tribunales; para sus destractores no existe la demora.

De Pentinel se han oído mil y un rumores, pero hasta ahora no se le había relacionado con el dopaje, cuando con 37 años ha sido -presuntamente, claro- cazado dentro de una historia relacionada con el tráfico de sustancias dopantes. A los 37 años... Las dudas no se cernían sólo sobre el sanjuanero, sino por todo el atletismo nacional para deshonra de este bello deporte, zamarreado una y otra vez por las mentiras para llegar al éxito.

"Operación Jimbo, buena noticia. Quien juega con fuego se acaba quemando. A ver si hay una buena tirada de manta", asevera tajante el periodista Antonio Alix, especializado en información de atletismo. Así está el patio y parece que esta vez la cosa va muy en serio, según la investigación en varios puntos del país. Víctor Salazar, cordobés vinculado al mundo del triatlón desde hace muchos años, también supuestamente está entre los arrestados.

Joaquín Muñoz, que volvió a ser entrenador de Pentinel hace unos meses, ni estaba al tanto el martes por la noche de su detención. Avisado ayer a primera hora y cuestionado por el asunto, decía: "Soy de entrenar y de preparar series; yo con los médicos no he querido nada en mi vida".