Cafés, bares, oficinas, bancos o cualquier otro rincón de Buenos Aires, coinciden como pocas veces en sus temas de conversación: los cuartos de final que mañana jugarán Argentina y Alemania monopolizan las conversaciones.
"Está difícil, los alemanes son ordenados, fuertes en ataque y encima nosotros defendemos mal", comenta Gustavo, en un bar porteño. "Pero Argentina tiene los mejores delanteros y ganó cómodo todos los partidos hasta ahora", le responde Pablo.
Contrariados y temerosos por la siempre peligrosa Alemania, los hinchas oscilan entre las dudas que genera la hasta ahora dubitativa defensa albiceleste y la confianza que transmite el fuerte poder ofensivo de la selección.
Ansiedad, nerviosismo y optimismo predominan entre los hinchas, que debaten sobre qué equipo debe formar Diego Maradona. Los sitios de Internet y los programas de televisión abren el juego y la gente se entusiasma formando el que debería ser el once inicial.
Según una encuesta del canal TN, la albiceleste debería formar en el mediocampo con Sebastián Verón, Javier Mascherano y Javier Pastore.
De lo que nadie duda es que el tridente ofensivo tiene que estar desde el inicio. El jugador del pueblo Carlos Tévez, el goleador Gonzalo Higuaín y la estrella Lionel Messi, a quien le piden que convierta los goles que hasta ahora no pudo marcar.
Cierto pesimismo que reinaba entre los hinchas hace dos meses se transformó en ilusión y esperanza desde que Gabriel Heinze convirtiese el primer gol, con el que Argentina venció a Nigeria y comenzara su exitoso andar en Sudáfrica, goleando a varios de sus rivales.
Las plazas y parques donde se instalaron pantallas gigantes para seguir los partidos del equipo estarán previsiblemente repletas como en las últimas semanas.
Atrás quedaron las dudas que generaba el equipo, aunque los más conservadores advierten: "Mirá que Alemania es el primer equipo en serio. Es un rival que sabe a qué juega", dice Lucas mientras hace la cola de un banco en el centro porteño.
"No es para tanto, ellos nos respetan y no se van a animar a atacarnos. Además en octavos ganaron porque a los ingleses les robaron un gol", replica Fernando.
Así, entre la duda y la esperanza, los hinchas esperan ansiosos que Argentina elimine a Alemania y avance a las semifinales. Aún sobrevuela el recuerdo de la derrota en los penales en el Mundial pasado. Por eso, ruegan que esa historia no se repita. Mañana, quieren saciar su sed de venganza y reunirse a celebrar en el tradicional Obelisco porteño.
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