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Un auténtico 'cookladero'

  • Vapuleado Los 35 puntos de Omar Cook son un botón de muestra de lo que le cae encima al CB Granada en su visita a la cancha del Unicaja Sin Copa El cuadro granadino se queda sin opción alguna de ir a Bilbao

Al Club Baloncesto Granada le faltó poner una alfombra roja cada vez que un jugador del Unicaja miraba el aro. Las inmensas facilidades defensivas que los pupilos de Trifón Poch ofrecieron ayer a sus rivales fueron prácticamente un modo de felicitarles la Navidad y de mostrarles los mejores deseos para el año 2010, en general, y para la Copa del Rey, en particular. El torneo copero, una vez más, vuelve a ser una quimera para los granadinos, mientras que los de Aíto García Reneses ganan enteros en sus opciones de estar en Bilbao, aunque será la próxima jornada la que dicte sentencia. Los 35 puntos que firmó Omar Cook en algo más de 26 minutos de juego es un claro ejemplo de como el CB Granada se vio incapaz de frenar la avalancha que se le vino encima.

El cuadro granadino fue literalmente vapuleado como una esterilla por un Unicaja que necesitaba un 'invitado' así de blando para recuperar su maltrecha moral. Los que vieron el partido en directo o a través de la televisión pudieron comprobar cómo los visitantes hicieron buenos a los 'niños' de Aíto (17 años tiene Freire y 18, Lima) y fueron incapaces de ofrecer una mínima resistencia al ataque local, que hundió su cuchillo en mantequilla caliente ya fuera ante una defensa en zona o al hombre. Además, también pudieron ver cómo el ataque nazarí apenas ofertó ideas y paciencia para mover el balón y buscar al mejor posicionado, cosa que sí hizo el Unicaja una y otra vez. Y si a lo dicho se añade que Jesús Fernández fue, con mucha diferencia, el mejor de los de Poch -puso algo de sensatez, orden, acierto, pase, rebote...-, apaga y vámonos. Y menos mal que hubo acierto desde la línea de tiros libres.

La baja de Pablo Aguilar la volvió a cubrir el técnico del CB Granada con la presencia de Jon Stefansson en el quinteto inicial. El islandés fue un auténtico martirio para los suyos porque se empeñó una y otra vez en hacer la guerra por su cuenta en ataque. Del resto, los habituales, sólo Gianella hizo algo porque Hunter salió a lo por uvas, Ingles no era el mismo de los partidos anteriores y Hendrix apenas se enteró de que el hombre al que tenía que marcar lucía el dorsal 19 y se llamaba Joel Freeland.

Al menos, el CB Granada puede 'presumir' de que mandó en el electrónico durante dos minutos y medio. El 2-6 de salida para los visitantes fue un auténtico espejismo. No tardó Freeland en darse cuenta de que su marcador estaba en otro mundo y siete de los trece primeros puntos llevaron su firma. Cuando el Unicaja dio la vuelta al marcador no se quedó ahí, sino que apretó las tuercas a un equipo granadino que se desinfló a las primera de cambio con pérdidas, técnicas y continuos fallos. Y en éstas hizo acto de presencia Cook, un martillo pilón para los granadinos. Hasta que no se recibió un parcial adverso de 12-0 (20-10) no se decidió Poch a pedir su primer tiempo muerto. A la vuelta Gianella intentó mantener a los suyos con siete puntos consecutivos, pero en el otro lado respondía con mayor fuerza el base del Unicaja, que además estaba mejor acompañado que el argentino. El parcial del primer cuarto fue un reflejo de lo que iban a ser los tres restantes: 32-19.

En el siguiente acto lo intentó Poch con otros mimbres. Ingles y Hunter eran los únicos del quinteto inicial que comenzaron el segundo cuarto y, precisamente, el estadounidense protagonizó las dos primeras jugadas de ataque granadino con sendas pérdidas de balón. Cuando el marcador se puso 19 abajo (38-19), el técnico cambió el guión y decidió colocar a Ingles de 'tres' y situar en pista a Jesús Fernández. Fue, quizá, la única decisión acertada que hubo en el seno del CB Granada ayer. La entrada del de Villena y una técnica señalada a un jugador local tuvieron como consecuencia que el CB Granada volviera a meterse en el partido (38-30, a 6' 11'' para el descanso). Pero volvió Cook, que rompió la defensa zonal planteada por el CB Granada. Luego, el propio base, Welsh y el joven Freire la hicieron añico antes del descanso: 59-42.

Quedaba todo un segundo tiempo de la basura y a ciencia cierta que se le hizo un mundo al cuadro visitante. Cook siguió a su ritmo y Printezis no tardó mucho en darse cuenta de las bondades de la defensa del CB Granada. Hendrix no tardó en irse al banquillo porque su desidia era patente. Los malagueños se limitaron a mantener a raya a sus invitados, aunque cada vez más lejos (85-65 al término del tercer cuarto). Los últimos diez minutos sobraron. La afición local se deleitó con los sones del 'Novio de la Muerte' mientras los que agonizaban en la pista eran los granadinos.

Mal forma de empezar el año. Se deja de mirar a la Copa y toca, una vez más, echar un ojo a los puestos de abajo. El próximo partido ante el colista CB Murcia no admite margen de error alguno.

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