El ascenso a la segunda categoría del baloncesto nacional del CD Ramón y Cajal-UGR trajo la alegría a una entidad que llevaba varios años intentando dar un salto de calidad en su trayectoria. Pero una vez conseguido el objetivo deportivo, ahora viene lo más complicado que no es otra cosa que cumplir con todos los requisitos, principalmente económicos, que exige la Federación Española de Baloncesto. En la entidad granadina se tienen los pies en el suelo y no se quiere hipotecar el futuro del club por "esta aventura", señala Alberto Pérez, máximo responsable de la entidad colegial.

Los números para salir en competición son claros, algunos de ellos fijos y otros variables en función de la configuración de la plantilla que se quiera llevar a cabo, pero eso sí, el presupuesto total que manejan en el RACA es de un mínimo de 80.000 euros, aunque se pretende alcanzar los 100.000 para poder competir con más garantías. Esto hace que este mes que queda por delante sea clave para conocer si el cuadro capitalino competirá en la Liga Femenina-2. Entre otras cosas porque el ente federativo exige el pago del aval y la cuota de inscripción en torno al 4 de julio. Una cantidad que estarían en torno a 15.000 euros. Pero a ello, durante la temporada, habría que sumar los gastos de arbitraje y desplazamientos que se llevarían una gran parte del presupuesto, licencias de jugadoras y costes varios, a lo que habría que añadir las retribuciones a las jugadoras de la plantilla.

Pero una cosa tiene clara Alberto Pérez y no es otra que asegurar el futuro del club. "Tenemos 150 niñas en la entidad y aunque es un desafío muy bonito y estamos encantados con este marrón, supone un salto muy grande pero lo queremos hacer con los pies en el suelo". De tal forma que no son pocas las gestiones que está llevando a cabo tanto con empresas, instituciones y la Universidad.

Respecto a las primeras, el presidente del RACA señala que "aún no hay nada positivo. Estamos entregando un dossier a distintas empresas para que patrocinen al club y le den el nombre al equipo y a partir de ahí comenzar a sumar más apoyos". Unas gestiones que no paran, como tampoco las preguntas de jugadoras y el entorno de la entidad para conocer el futuro y las posibles buenas noticias. Y es que como señala Pérez, "estamos sembrando y aún tenemos un mes por delante. Hay que ser positivos porque es evidente que el deporte femenino está creciendo y se merece más apoyo por parte de instituciones y las empresas granadinas".

Respecto a las relaciones con el Ayuntamiento, el gestor reconoce que "nos reunimos con el nuevo concejal de deportes que nos felicitó por el ascenso pero eso sí, nos dejó muy claro que ayudarnos económicamente será imposible". También tienen pendiente una reunión con la Junta de Andalucía para que sean incluidos en el programa de subvenciones que el ente autonómico tienen para los equipos de élite y además tendrán un encuentro con la Diputación de Granada.

Pero aunque todo está centrado en conocer si se podrá jugar o no en la nueva categoría conseguida por méritos propios en la cancha, la parcela deportiva no está del todo parada. Así, Alberto Pérez no deja lugar a las dudas y resalta que "he hablado con Álex Gómez y no veo otra persona mejor para dirigir el equipo. Las jugadoras están ilusionadas en formar parte del nuevo proyecto pero les he pedido que tengan paciencia". De hecho, aunque la configuración de la plantilla está parada si se tiene clara la idea en caso de cumplir con los requisitos económicos. No sería otra que "mantener la base que ha logrado el ascenso y completarla con dos o tres jugadoras de fuera, alguna de ellas extranjera, que den el salto de calidad necesario para competir con garantías".

Por último, otra de las gestiones que se están llevando a cabo es la cancha donde disputaría sus partidos en la Liga Femenina-2. La instalaciones del Colegio Ramón y Cajal no cumplen con las exigencias federativas y se busca un pabellón idóneo. De hecho, en la reunión con el concejal de deportes desde el Ayuntamiento se ofreció el Palacio de Deportes, opción rechazada porque "hay que ser realistas y esa instalación nos viene grande", de ahí que el objetivo sea el pabellón que se construyó para la Universiada que sería "ideal, pero hay que equiparlo, por lo que tenemos pendiente una reunión con la UGR y confiamos llegar a un acuerdo". Aunque la FEB no exige una cifra de espectadores concreta, si es necesario contar con parqué, canastas de suelo o una sala de dopaje que el pabellón del Colegio Ramón y Cajal no cumple.

Un mes de gestiones en el que se decidirá el futuro de un club para participar en una categoría adquirida en la cancha y que necesita el apoyo de la ciudad para salir a competir. No obstante, tal y como sentencia el presidente del RACA, "si en estos 30 días no conseguimos al menos tres cuartas partes del presupuesto, no haremos el pago del aval y la inscripción". Granada, sus empresas e instituciones tiene la palabra.