El Barcelona se juega esta noche en su estadio el pase a los cuartos de final de la Liga de Campeones con la tranquilidad de haber logrado ventaja en el campo del Celtic, pero con el peso de la deficiente labor en Liga frente al Atlético de Madrid.

Los azulgrana vencieron por 2-3 hace dos semanas en Celtic Park, resultado que debería bastarle para manejar el encuentro con solvencia frente a un equipo que es inferior técnicamente y que debe ganar por dos goles de diferencia. Si lo hace por uno, está obligado a convertir no menos de cuatro si quiere evitar los lanzamientos de penaltis.

La previa de un encuentro tan importante para el Barcelona podría haber sido más diáfana si la imagen del equipo no se hubiese resquebrajado el pasado sábado en el Vicente Calderón. Los azulgrana jugaron unos aceptables primeros 25 minutos frente al Atlético pero, con el correr de los minutos, el nivel fue bajando hasta perder por 4-2 y dejar muy disconforme a Frank Rijkaard. "El del Celtic es un partido importante. Tenemos una ventaja muy buena y debemos cuidar todos los sectores del campo para seguir adelante", observó Edmilson.

La mejor noticia para el Barcelona es el regreso al once titular de Messi, suplente el sábado por decisión de Rijkaard, ausencia que levantó polémica en el entorno barcelonista tras la derrota. La duda mayor está en quién de los otros tres pesos pesados de la delantera -Henry, Ronaldinho y Eto'o-, se quedará en el banquillo para dar lugar al argentino, e incluso a Iniesta. Entre el ex del Arsenal y el brasileño estará seguramente el elegido. Aunque si Rijkaard se decanta por el de Albacete arriba, los dos se quedarían fuera del equipo inicial. Otros retornos importantes serán el de Toure en lugar de Edmilson y el del joven Bojan a la convocatoria. Ambos se vieron afectados por las rotaciones que decidió practicar el técnico holandés.

El Celtic, por su parte, disfrutará de la ilusión de 5.000 escoceses en la grada. Una expectativa que desde dentro del plantel se toma de manera más realista. "No me jugaría mi casa a que eliminaremos al Barcelona. He tardado 35 años en pagarla", dijo con los pies en la tierra Gordon Strachan, técnico del equipo católico, que no gana como visitante en Europa desde agosto de 2003.