El brillante debut del Iurbentia Bilbao en la Eurocopa se ha quedado sin el premio que ha merecido, que ha caído en el penúltimo peldaño de la competición y, debido a ello, sin el premio de asegurarse el retorno a un torneo continental.

Una victoria ante el Khimki ruso en semifinales le hubiese asegurado a los vascos regresar a la Eurocopa y aspirar incluso a la plaza de Euroliga que se otorga al campeón, pero se quedó a 40 minutos de conseguir lo que ahora tendrá que intentar vía ACB, algo que se le presenta complicado a la vista de la posición en la que se encuentra y del calendario que le resta.

Así, la segunda competición continental no le ha premiado al equipo vasco su espléndida fase clasificatoria, en la que los números le daban la condición de mejor equipo entre la Fase Regular y la decisiva de los Last16.

Tanto en una como en otra acabó como campeón de grupo, por delante en la primera del Hemofarm Stada serbio y en la segunda del Lietuvos Rytas, ambos semifinalistas también en Turín.

La primera fase del Iurbentia fue ejemplar. La inició con un triunfo ante un Hemofarm y la cerró pleno de victorias. De la segunda también le queda a Vidorreta y los suyos un triunfo memorable, el que logró por 20 puntos en Charleroi frente al Spirou y le allanó el camino hacia la Final entre Ocho. Un triunfo final en La Casilla por más de los dos puntos por los que cayó en Vilnius contra el Lietuvos le permitió presentarse en Turín como campeón de grupo, una condición que solo el iurbentia fue capaz de hacer valer en cuartos de final.

La victoria inicial frente al Zadar le metió en unas semifinales que se antojaban claves para ver si el conjunto vasco podía ser el campeón. Pero una buena noche de acierto en el tiro de un equipo con una plantilla casi al completo ex-NBA y llamado a pelear por todo en Europa acabó con su sueño y con el enorme premio que conllevaba.

El Lietuvos Rytas se proclamó campeón de la Eurocopa tras ganar en la final al Khimki de Scariolo y Garbajosa por 80-74.