Independientemente del resultado, la mejor conclusión del choque de ayer es que tras doce jornadas parece confirmarse que el cuadro de Anquela tiene un plan. Tanto en el primer acto como hasta el gol del Atlético de Madrid, se pudo observar a un equipo solidario, arropado, recuperando gran cantidad de balones en campo contrario y con mucha movilidad en banda. Argumentos más que suficientes para ir creciendo sobre una idea que gusta y mucho a la grada y que quedó reflejada con aplausos al término del primer acto y sobre todo a la conclusión del choque. Una buena imagen que hace albergar esperanzas de cara al futuro.

Homogéneos

Sobre la base de una defensa adelantada, con las líneas muy juntas y el compromiso por bandera, pese a que le costó arrancar, el cuadro se Anquela se mostró como un bloque muy homogéneo. El intercambio de posiciones entre Mikel Rico y Brahimi cuando el primero se incorporaba al ataque o la movilidad en las bandas, permitió constantes ayudas al poseedor del balón, que en todo momento tenía una o dos opciones para entregar el cuero.

Los costados

Tanto en la derecha como en la izquierda, la alternancia a la hora de atacar creó muchas dudas en los dos laterales atléticos. Las parejas Dani Benítez-Siqueira y Torje-Nyom trajeron en jaque a Juanfran y Filipe Luis. Máxime cuando ningunos de ellos gozó de la ayuda defensiva de Raúl García o Arda Turan. Una prueba de ello fue la contra tras un córner del Atlético que inició Gabriel Torje y que remató el propio jugador rumano al palo. Velocidad y verticalidad fueron las claves del ataque del Granada CF. Pero falta concretar.

Un beneficiado

Fue una de las mejores noticias del duelo de ayer. El entendimiento que ha adquirido Guilherme Siqueira con Dani Benítez ha permitido al equipo de Anquela crecer por el lado izquierdo. Con un simple movimiento, el brasileño sabe en todo momento qué hacer: si mantener su posición defensiva, desdoblarse por banda o aprovechar los pasillos interiores que le genera Benítez con sus internadas por banda. Una pareja letal que va a más y que se compenetran a la perfección.

Ayudas

Bien es conocido por todos la capacidad de trabajo de la dupla formada por Mikel Rico e Iriney pero ayer había consignas específicas que ambos cumplieron a la perfección. Ante la atención que concentra Falcao cuando recibía de espaldas y los movimientos que sobre él se originan, era clave que aquel que lo marcase gozara de ayudas defensivas. Y ahí tanto Iriney como sobre todo Mikel Rico estuvieron espléndidos en esta faceta. Cada vez que el colombiano recibía, allí que acudían a rebañar un mal control, a presionar o simplemente a tapar una posible salida. Un trabajo que el aficionado medio aprecia poco pero que Diakhaté y Borja agradecieron.

Juntos

Es uno de los principios de Anquela y parece que poco a poco lo está consiguiendo. Dejar pocos espacios entre líneas, funcionar como un acordeón y salir en bloque al ataque es la mejor manera de funcionar como equipo. Y eso, en parte, se vio anoche en Los Cármenes. Cuanto más arriba se recupere el cuero más opciones hay de sorprender al rival. Una consigna que, eso sí, requiere de un gran esfuerzo físico y que lo terminaron pagando.

Desordenados

Pero el tanto de Arda Turan hizo mucho, muchísimo daño. Todo el trabajo se vino abajo y cuando se quiso reorganizar el equipo con los cambios, la apuesta salió mal. No es la primera vez que se quiere buscar la portería rival con excesiva prisa. La paciencia no es precisamente la mejor cualidad del Granada CF cuando va por debajo en el marcador y ayer volvió a demostrarse. Con la expulsión de Mario Suárez se quiso poner toda la carne en el asador pero la jugada salió mal. La acumulación de hombres sin nadie que enlace no suele funcionar y ayer fue un claro ejemplo de ello. Con Mikel Rico como único pivote, Orellana de enganche sin enganchar y dos puntos natos, la solución fue buscar envíos frontales. Obviamente, no funcionó.