Copa Confederaciones

El comodín de la banda izquierda

  • Capdevila, incombustible y sin recambio en el lateral izquierdo, es por ahora el máximo asistente de la selección en lo que va de torneo.

Es lateral izquierdo, el único puesto para el que Vicente del Bosque no se ha llevado un recambio natural hasta Sudáfrica. No es especialmente conocido por ser un privilegiado en el centro o poseer la clásica elegancia de un zurdo, pero Joan Capdevila, sea por casualidad o porque siempre está esperando el balón unos cuantos metros por delante del campo contrario cuando el equipo ataca, es por ahora el sorprendente máximo asistente de la selección.

Sí, la selección de los bajitos, la de Xavi, Xabi Alonso, Cazorla, Mata, Silva y un largo etcétera de hombres especialistas en encontrar huecos hasta en los muros defensivos construidos más a conciencia, tiene un filón en un hombre que se ha consolidado en uno de los puestos que nunca tuvieron un claro dueño hasta la Eurocopa.

Capdevila está arriba, abajo, nunca da problemas, no reclama protagonismo y se asocia con cualquiera que se le ponga por delante. Ante los Reyes Magos de Nueva Zelanda, tuvo como socio a Riera. En apenas 24 minutos, entre el volante, él y Torres sentenciaron el partido con cuatro jugadas por el mismo carril. En el siguiente partido, ante una Iraq armada abajo más a conciencia, el lateral y Mata fueron de nuevo el recurso para romper la defensa planteada por un perro viejo como Milutinovic. Una zaga que anunciaba que después del primer zarpazo sería mucho más blanda.

Un desahogo al atasco del centro

Liberado por las dos líneas de cinco y cuatro jugadores articuladas para intentar atar el talento de la roja, el jugador del Villarreal sabía que siempre debía estar diez metros fuera del área para poder intentar, junto con Mata, un dos para uno contra el lateral diestro iraquí. Y en una de esas no fallaron. Cuando España se empeñaba en ahogar sus ataques por el centro, la banda zurda volvió a aparecer. Primero, con un centro del propio Capdevila que Ramos no acertó a alojar dentro de la portería. Luego, con un par de balones algo pasados y otros dos rasos también fallidos. Voluntarioso, y sin embargo lejos de la eficacia del debut. Pero en otra incursión el lateral subió por enésima vez, jugó de nuevo con Mata, tomó la ventaja justa para armar la pierna izquierda y puso el balón en la cabeza de Villa, que se desquitó de un cabezazo aún más claro errado apenas dos minutos antes con un giro de cuello espectacular para decidir el encuentro. Segundo partido y tercera asistencia al bolsillo.

Libertad para Silva por el centro

Pero más allá de que ponga goles o no, la valía de Capdevila reside en su capacidad de adaptación. Ya sea Iniesta, Silva, Riera, Mata o un hombre a pierna a cambiada el que se ponga por delante, el lateral titular de la selección sabe adaptarse, lo que da un gran abanico de alternativas en ataque a la hora de liberar para otras posiciones a jugadores cuyo juego es mucho más peligroso por el centro. El caso más claro es el de Silva, que cuando se coloca por detrás de Villa y Torres, como ante Iraq o ante Sudáfrica, propicia que Xavi encuentre a su aliado perfecto en el toque para crear jugadas de peligro y los delanteros cuentan con otra posibilidad más de último pase.

España ya está clasificada para semifinales y es muy probable que Del Bosque dé descanso al lateral izquierdo en el último partido. Entre las alternativas en el flanco izquierdo está Álvaro Arbeloa, que se adapta a lo que sea. Hasta semifinales, los partidos de este torneo no deben tomarse muy en serio, pero es justo que sirvan de premio y reconocimiento para jugadores como Capdevila, que muchas veces pasan desapercibidos.

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