Copa del Rey | Real Madrid-Breogán

El Breogán roza la proeza ante el Real Madrid

  • El cuadro gallego planta cara en la segunda mitad a los de Pablo Laso, que se tienen que poner el mono de trabajo para ganar

  • Las decisiones arbitrales marcan el final del choque

Alberto Abalde persigue a la estrella de Breogán, Musa.

Alberto Abalde persigue a la estrella de Breogán, Musa. / Antonio L. Juárez / PHOTOGRAPHERSSPORTS (Granada)

El Real Madrid no lo tuvo fácil para derrotar a la ‘cenicienta’ de la Copa del Rey, el Breogán de Lugo (73-67). Los de Pablo Laso, que nunca fueron por detrás en el marcador, tuvieron que trabajar mucho tras un excelso primer cuarto. Fue bajando sus prestaciones pero a su rival no le llegó, decisiones arbitrales al margen, para dar al que habría sido la segunda sorpresa del torneo.

Viendo lo que le sucedió al Joventut en el primer duelo ante Tenerife, el Madrid salió enchufado con el objetivo de no dejarse sorprender. Y bien que lo hizo en los primeros diez minutos. Los de Pablo Laso no dieron opción al Breogán, de ingrato recuerdo para la afición granadina pues le arrebató la pasada campaña el ascenso al Covirán. Los madridistas, con una profundidad de plantilla al alcance de muy pocos equipos de Europa, disipó cualquier duda desde el inicio del choque.

Gran Yabusele

Liderados por un inconmensurable Guerschon Yabusele, apoyado en el poder intimidatorio de Tavares, los blancos gozaron de amplias ventajas, siempre por encima de los diez puntos, ante un conjunto gallego que cuando su rutilante estrella Dzanan Musa está bien vigilado, tiene muchos problemas. Yabusele, con once puntos, fue el fiel reflejo de la calidad en cancha delantera del cuadro de Laso, que anotó nada menos que 27 puntos en los primeros diez minutos (27-16).

A los de Veljko Mrsic, que fuera exjugador del extinto CB Granada, no les quedaba otra que defender. Con esa proyección ofensiva, era imposible ganar. Gracias a Tyler Kalinoski pudieron rebajar la ventaja a siete puntos (30-23). Comenzaba a verse el mejor Breogán. Con personalidad en ataque, perdiéndole el respeto a todo un Real Madrid y siendo atrevido. El despertar en ataque contrastó con cierta relajación madridista, lo que provocó que Pablo Laso pidiera tiempo muerto a 1:42 del descanso. No es que viera peligrar el choque pero no quería un ápice de relajación en sus jugadores. Y el parón le sentó bien pues un triple de Abalde permitió superar la barrera de los once puntos siendo Yabusele, quién sino, el que cerró el marcador en la primera mitad con un tranquilidad 41-31.

Quintela persigue al base francés del Real Madrid Huertel. Quintela persigue al base francés del Real Madrid Huertel.

Quintela persigue al base francés del Real Madrid Huertel. / Antonio L. Juárez / PHOTOGRAPHERSSPORTS (Granada)

En la segunda mitad en Madrid siempre fue por delante. La movilidad de balón permitió a los blancos encontrar situaciones de tiro cómodas. Musa comenzó a despertar pero Abalde y el poderío físico de Tavares era suficiente para mantener una renta que, poco a poco, fue en aumento. Con 14 arriba (53-39), Mrsic se vio obligado a frenar la dinámica del choque. Y sus jugadores volvieron a apretar el electrónico. Con el apoyo del Palacio, que tomó partida por el más débil, los lucenses fueron picando piedra hasta reducir a la mitad la ventaja al final del tercer cuarto (57-50).

A dos puntos

Sakho dio más esperanza en el arranque del último parcial pero fue Lukovic, con un triple, el que apretó el choque (57-55). Incluso Breogán gozó de una posesión para ponerse por delante. No lo hizo y una más que dudosa antideportiva a Tavares y un triple de Nigel Williams-Goss calmó a Laso y sus pupilos.

Los árbitros

Pero los celestes no se rindieron y volvieron a acercarse a dos puntos a 4:04 del final. La experiencia de su rival, pese a que no lo tuvo fácil y tuvo que apretar los dientes ayudado por los colegiados, fue suficiente para ser el segundo semifinalista de la jornada pero fue un aviso de cara al resto del torneo.

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