El Covirán Granada sumó un nuevo triunfo tras ganar en una de las canchas más complicadas de la LEB Oro. Los granadinos, que llegaron a ir venciendo por veinte puntos, vencieron al Leyma Coruña (77-85) en un duelo en el que siempre fueron por delante en el marcador y dejan atrás a un rival con potencial para estar arriba.

El primer cuarto estuvo marcado por el acierto anotador de los pupilos de Pablo Pin. En diez minutos anotaron nada menos que 25 gracias a una gran circulación del balón. El acierto por dentro de Edu Gatell y la aportación desde el exterior de Pere Tomàs, Thomas Bropleh, que pudo jugar pese a su problema en el tobillo, y Ellisor permitió dominar el choque desde el inicio. Ocho puntos de renta (17-25) que duraron poco en el arranque del segundo parcial.

Reacción local

Pin se mostró satisfecho con el juego de su equipo pero avisó de que había que estar atento y efectivamente no se equivocó. La ventaja quedó en nada en apenas dos minutos y el técnico del Covirán tuvo que parar el choque. El toque de atención surtió efecto y liderado por Tomàs, los granadinos volvieron a distanciarse en el electrónico de Riazor, lo que provocó que Sergio García pidiera tiempo muerto con 28-35. De ahí al descanso, se llegó a alcanzar los diez puntos aunque finalmente fueron ocho los puntos al receso.

De veinte

Sin embargo, el paso por vestuarios le sentó muy bien a los de Pin. Tres triples seguidos nada más arrancar la segunda mitad lanzó al Covirán en el marcador. Llegaron a alcanzar los veinte de renta (45-65) pero, pese a no contar con Ward que se tuvo que retirar por lesión aunque luego regresó a pista, un parcial de 7-0 dejó en trece la renta a menos de tres minutos para finalizar el tercer cuarto. Los locales aprovecharon su acierto pero gracias a un 3 más 1 de Lofberg, el Leyma se metió en el partido (61-69) tras un parcial de 16-4.

Paciencia

A los últimos diez minutos de partido se llegó con ocho puntos de ventaja. Los rojinegros mantuvieron la calma pese a la presión de su rival y lograron superar de nuevo la barrera psicológica de los diez puntos gracias a Pere Tomàs y Lluís Costa (65-76) a 6:35 del final. Pero como sucedió en el resto del choque, Coruña fue picando piedra y a 2:02 del final, una canasta de Álex Hernández dejó a los gallegos a cinco puntos. Bropleh asumió la responsabilidad, Niang tiró de intimidación y una antideportiva de Ward sobre Costa terminó por decantar el choque para los granadinos que no pudo lograr el average particular.