Covirán Granada- Coruña | Crónica y resultado

La ACB está a tan sólo dos victorias

  • El Covirán Granada logra el pase a la gran final de la LEB Oro y se jugará el ascenso ante el Breogán de Lugo

El capitán Alejandro Bortolussi celebra con la afición el triunfo del Covirán.

El capitán Alejandro Bortolussi celebra con la afición el triunfo del Covirán. / Antonio L. Juárez / PHOTOGRAPHERSSPORT

El Covirán Granada peleará por ascender a la ACB. Se dice pronto pero es la realidad. En un duelo apasionante, intenso y que dejó exhaustos a los granadinos, el conjunto de Pablo Pin venció al Leyma Coruña (72-68) y está a tan sólo dos triunfos de devolver a la ciudad a la máxima categoría del baloncesto nacional. Un hito merecido que le hará enfrentarse al Breogán de Lugo con la ilusión de toda una ciudad detrás. Dos partidos para la gloria (y un problema para sus dirigentes) para un entidad que no para de crecer.

Salió muy enchufado el cuadro rojinegro con la principal novedad en su quinteto inicial de Germán Martínez. El objetivo era poner intensidad desde el primer segundo. Los, supuestamente, 1.500 espectadores (parecieron muchos más) que se dieron cita en el Palacio de Deportes conectaron con su equipo desde el primer momento, aprovechando los errores en los lanzamientos de los coruñeses, que no estuvieron finos en el arranque.

Bropleh limitado

Con buena circulación, sin abusar de los lanzamientos triples y haciendo daño en la zona, los de Pin comenzaron mandando pese a que a Bropleh no se le veía cómodo. De hecho, apenas participó en el primer cuarto pese a estar en pista seis minutos. La realidad es que se palpaba la tensión en cada acción. El técnico nazarí sabía que la única manera de igualar la fortaleza física de su rival era tener un quinteto fresco, de ahí que moviera mucho el banquillo, llegando a jugar en los primeros diez minutos Gonzalo Bressan que lo hizo fenomenal.

Los rojinegros se medirán al Breogán en la gran final de la LEB Oro

La igualdad fue la tónica, con Alex Murphy liderando a su equipo en ataque y Dago Peña a los gallegos. A base de tiros libres, cinco consecutivos, el cuadro de Sergio García se puso por delante pero las defensas primaron, terminando el primer parcial con un pobre 16-12 gracias a cuatro puntos seguidos de Bressan, que para nada desentonó. El 1 de 10 en triples (2 de 14 de campo) de los coruñeses lastró su juego ante un Covirán que sorprendió jugando con muchas penetraciones y cargando su juego en la pintura. Eso sí, en defensa había que cerrar mejor el rebote, pues fueron cinco las capturas de su rival.

Igualdad

Bressan siguió a lo suyo en el inicio del segundo periodo, haciéndose el dominador de la zona y, poco a poco, el cuadro rojinegro se fue distanciando en el electrónico. Y eso que no era el día de los triples. Pero un parcial de 0-6 provocó el primer tiempo muerto de Pablo Pin. Su equipo había perdido la claridad en pista delantera (20-20). La tónica había cambiado y se comenzó a un intercambio de canastas que provocó alternancias en el marcador.

Alex Murphy trata de evitar que un rival anote. Alex Murphy trata de evitar que un rival anote.

Alex Murphy trata de evitar que un rival anote. / Antonio L. Juárez / PHOTOGRAPHERSSPORT

Sin embargo, apareció Thomas Bropleh para liderar a su equipo con seis puntos y provocar que Sergio García parara el duelo para cortar la dinámica nazarí. Germán era el perro de presa de Zach Monaghan y en el duelo Bamba Fall-Gary McGhee saltaban chispas. Estaba claro que el primero que tuviera un mínimo acierto desde más allá de 6,75 estaría cerca de imponerse en la serie. Y el primero llegó por medio de Bropleh, respondido por Belemene, al que siguió uno de Christian Díaz a tabla sobre la bocina. Tampoco tenía Coruña su día en los tiros libres, lo que hizo que la afición granadina pidiera “otra, otra” cada vez que acudían a la línea de 4,60.

El rebote ofensivo

Con una renta de dos puntos (34-32) se llegó al receso con la sensación de que el estuviera más fresco en la reanudación accedería a la final. Los 20 puntos en la pintura de los locales, el doble que el Leyma, dejó claro la idea de Pin para hacer daño. Aunque para ganar, había que cerrar el rebote. Doce capturas ofensivas (por once defensivas) de los visitantes era una losa demasiada pesada por la cantidad de segundas opciones que otorgaron los granadinos.

Los triples

El descanso no le sentó nada bien al Covirán. Un parcial 2-10 del Leyma provocó que Pin se viera obligado a parar el choque a 5:35 del final del tercer periodo con 36-42. Al escaso acierto en ataque se le sumó una mayor intensidad defensiva de los de Sergio García que asfixió la circulación nazarí. La charla de Pin debió ser mítica, porque desde entonces se volteó el resultado gracias a un parcial 10-0, con dos triples de Bropleh incluidos, que provocó que las aguas volvieran a su cauce. El de Denver, desde su esquina favorita, otorgó cinco de renta con tres puntos más antes de ser cambiado y llevarse la ovación de la grada. La misma que le otorgó a su equipo tras remontar y llegar a los diez minutos decisivos con ventaja de cuatro (51-47).

Último cuarto

Llegaba el momento de la verdad y los rojinegros respondieron con claridad de ideas y Christian Díaz entonado. Pero Coruña no se rindió en ningún momento. Un canastón de Germán Martínez y una gran acción defensiva sacándole la cuarta falta personal a Peña acercó la final a cinco minutos del final en la que Coruña entró en bonus. Pero había rematar la faena. Costa, con un triple a 4:32, puso la máxima renta de todo el choque (ocho puntos, 62-54).

Pese a la limitación de público, en el Palacio de Deportes se vivió un gran ambiente. Pese a la limitación de público, en el Palacio de Deportes se vivió un gran ambiente.

Pese a la limitación de público, en el Palacio de Deportes se vivió un gran ambiente. / Antonio L. Juárez / PHOTOGRAPHERSSPORT

Con Bropleh cojeando pero en pista y los gallegos demasiados ansiosos, se llegó a los dos últimos minutos dos arriba tras un 0-6. Pero se tuvo calma. Se siguió insistiendo por dentro o penetraciones. Costa y Fall lanzaron a su equipo con un margen de cinco puntos a falta de 1:16. Un 2+1 de Peña puso el corazón en un puño a los aficionados. Fall volvió a notar pero un triple de Peña apretó el electrónico (67-66) a 27 segundos. Desde la línea de tiros libres Lluís Costa dejó la renta en dos a 14’’. Monaghan se la jugó de tres en uno de los peores partidos de su equipo desde más allá de 6,75 pero falló. Lo que no hizo Costa desde la personal para llevar al Covirán Granada en la gran final de la LEB Oro. La ACB está un poco más cerca. A sólo dos victorias. Un triunfo que se celebró como se merece. Y con Paco Cuenca en plan ultra saltando a la pista para abrazar a Pablo Pin. A partir de ahora, toca soñar.

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