El sueño del Covirán Granada continúa. Parecía muerto tras perder el primer partido ante el Coruña, pero no, estaba de parranda. Ganó en tierras gallegas y este miércoles certificó su triunfo en la eliminatoria por 2-1 al superar por 72-68 a los gallegos en el tercer y definitivo choque.

Ahora se jugará en la gran final de la LEB Oro estar la próxima campaña en la máxima categoría del baloncesto nacional. Se disputará la única plaza que hay de ascenso ante el Río Breogán, que en la otra eliminatoria de semifinales superó también en el tercer partido jugado este miércoles al Alicante. 

Los primeros compases del choque ante el Coruña, presenciado en directo en el Palacio de los Deportes por 1.500 espectadores, estuvieron marcados por el intercambio de canastas.

El cuadro visitante se puso por primera vez por delante en el electrónico tras un parcial de 0-5 (11-12), aunque los locales devolvieron el 5-0 para acabar los diez primeros minutos con cuatro puntos de renta (16-12).

Un activo Christian Díaz elevó la diferencia a seis puntos (20-14), mientras que los visitantes se enchufaron en ataque para tomar de nuevo la delantera (22-23) antes de que aparecieran los triples locales para llegar con una mínima ventaja al descanso (34-32).

Segundo acto

La emoción creció en una vuelta de vestuarios que sentó mejor a los gallegos (36-42), lo que obligó a Pablo Pin a parar el choque.

El parón surtió efecto, ya que Thomas Bropleh se echó a sus espaldas a un Covirán Granada que empezó a poner el partido de cara con un 10-0 de parcial (46-42).

El último cuarto, que empezó con un triple de Christian Díaz para el 54-47, estuvo siempre bien controlado por los locales, que no obstante entraron en los dos últimos minutos con sólo dos puntos de renta (62-60).

Bamba Fall y Lluis Costa no fallaron en los instantes finales ante un rival que tuvo sus opciones hasta los últimos instantes, pero que no pudo con la fuerza de un Covirán Granada imparable.