LEB Oro | Covirán Granada

El peor día de la historia del Covirán Granada

  • A punto de cumplir nueve años de vida, el cuadro de Pablo Pin sufrió su primer gran revés ante Breogán que fue el que logró el ascenso

Una aficionada del Covirán pide explicaciones a su equipo tras un mal partido ante Breogán.

Una aficionada del Covirán pide explicaciones a su equipo tras un mal partido ante Breogán. / Antonio L. Juárez / PHOTOGRAPHERSSPORTS

Estuvo cerca pero no se logró. El regreso de Granada a la ACB deberá esperar. Con una ventaja de 1-0 y factor cancha, el Covirán Granada no pudo alcanzar el hito de lograr el cuarto ascenso de su corta historia. Y fue así por varias razones pero la realidad es que el conjunto entrenado por Pablo Pin disputará la próxima temporada en la LEB Oro.

En una campaña especial, donde el cuidado de la salud de los jugadores ha sido lo primordial, se rozó subir a la máxima categoría aunque no precisamente en el duelo decisivo. Toca descansar, analizar y planificar un nuevo curso donde la normalidad parece que va regresando poco a poco.

Lo mejor

Sin duda alguna, lo más destacado del tercer duelo de la final fue la afición granadina. Fueron 1.600 seguidores entregados a su equipo que animaron sin cesar pese a que desde un inicio el encuentro se torció. Siempre hay quien no está conforme y perdió las formas, pero la tónica general fue la de unos hinchas que reconocieron el trabajo de los rojinegros a lo largo de toda una campaña en la que apenas pudieron ver a su equipo en directo. Que se aplauda a un equipo perdiendo de 30; que se termine cantando la canción que se creó cuando el Fundación CB Granada jugaba en el Pabellón Veleta con el rival celebrando el ascenso a la misma vez en la cancha; que se despida con ovaciones a Bortolussi, Lluís Costa, Bropleh o Christian Díaz...Todo ello fue lo que se vivió en el Palacio de los Deportes un día que debía haber sido una fiesta y que terminó en pesadilla.

Lo peor

Sobre la cancha se vio a un equipo que iba en Ferrari y otro en un ‘600’. La diferencia, sorprendentemente, fue abismal pese a que en las dos citas anteriores la igualdad fue constante. No parecía una final entre los mejores conjuntos de la competición. La canasta inicial de Murphy albergó esperanzas pero desde entonces todo fue un desastre. Los tres triples iniciales de los gallegos, las tres pérdidas en dos minutos, los errores en el pase, el 3-19...Todo se juntó para que Breogán subiera con merecimiento. A los jugadores se les vio agarrotados, nerviosos, ansiosos, desesperados...No era para menos. Independientemente del cansancio físico propio de la altura de la temporada a la que se encontraban, en duelos como la del pasado domingo hay que estar preparados para superar momentos difíciles. Pero nadie esperaba un arranque tan horroroso que condicionó el resto del choque.

Los jugadores del Covirán Granada, cabizbajos tras no lograr el ascenso. Los jugadores del Covirán Granada, cabizbajos tras no lograr el ascenso.

Los jugadores del Covirán Granada, cabizbajos tras no lograr el ascenso. / Antonio L. Juárez / PHOTOGRAPHERSSPORTS

A veces en la vida hay que apostar para ganar. Declaró Diego Epifanio en la previa del segundo partido que cuando peor jugaron esta campaña fue cuando tuvieron que hacer un viaje de muchos kilómetros. Quizá por ello apretó a la directiva lucense para que el último desplazamiento de la temporada se hiciera en avión. Se ahorraban nada menos que 1.810 kilómetros. Y así hicieron. De hecho, mientras la plantilla de Pablo Pin trataba de descansar como podía tras el duelo del jueves en el autobús, llegando a Granada en torno a las 10:00 horas del viernes viajando toda la noche, su rival prácticamente llegó a la misma hora pero cómodamente en un vuelo. Las cuentas de la entidad nazarí sólo las saben unos pocos pero quizá habría merecido la pena hacer un último esfuerzo para tratar de disminuir ese cansancio que es una realidad, y más con jugadores del tamaño de los pupilos de Pin. El técnico siempre ha asumido que es lo que hay pero a veces quien algo quiere algo le cuesta.

Reconocimiento

Desde que concluyera la final se han producido numerosas muestras de cariño del mundo del deporte al Covirán. Ex jugadores, aficionados, peñas, políticos, patrocinadores...Todos ellos han querido mostrar su cariño tras no alcanzar un logro que quizá habría sido un quebradero de cabeza para sus dirigentes de haberlo alcanzado. Para empezar, el club se tendría que convertir en el plazo de un año en Sociedad Anónima Deportiva en caso de haber ascendido a la ACB. Además, había que abonar una cantidad de 488.000 euros en concepto de valor de participación, que es un importe que no se aporta a fondo perdido pues si el equipo descendiera en algún momento, lo recuperaría.

Más requisitos

Junto a ello, pasar una auditoría para comprobar el estado de las cuentas y contar con un presupuesto mínimo de 2,5 millones de ingresos, aunque en ellos se incluye lo que aporta la propia patronal de los clubes por derechos de televisión y demás conceptos. Pero ir con lo mínimo suele ser sinónimo de problemas en la competición. Un problema menos para un club con una estructura mínima pero suficiente para LEB Oro pero no tanto para ACB. Pero eso ya pasó. Toca pensar en la próxima temporada.

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