LEB Oro | Covirán Granada

El Covirán Granada pone un borrón en su trayectoria

  • El cuadro de Pablo Pin sumó su primera derrota pero nunca bajó los brazos ante Coruña

Lluís Costa trata de superar a Kadre Gray en el duelo del pasado domingo.

Lluís Costa trata de superar a Kadre Gray en el duelo del pasado domingo. / Antonio L. Juárez / PHOTOGRAPHERSSPORTS (Granada)

Llegó la primera derrota de la temporada para el Covirán Granada. Y lo hizo en un duelo marcado por la ausencia de Mamadou Niang, el center que debe imponer su poderío en la zona esta campaña en el cuadro de Pablo Pin. Su ausencia se notó, y mucho, en el juego de los rojinegros. No por su aportación en ataque pues no es su rol, pero sí por el poder reboteador y de intimidación que ofrece. Lo demostró en las dos primeras jornadas y, de hecho, pese a no jugar ante Coruña, sigue liderando este apartado en el cuadro nazarí. Las dos derrotas que los gallegos habían cosechado eran, como dijo Pin, “circunstanciales” y lo demostraron en el Palacio. Ofrecieron mucho registros en ataque que fueron imposible de frenar.

Pablo Pin no dudó un instante en asumir la responsabilidad de la derrota de su equipo. En su comparecencia ante los medios de comunicación indicó nada más sentarse que la culpa era suya. No quiso personalizar pero sí señaló que a su equipo le faltó en algunos momentos más dureza defensiva. Además, los trece rebotes ofensivos que capturaron los de Sergio García le dolió mucho. Y es que si a eso se le suman los grandes porcentajes en ataque del rival, se entiende perfectamente que Coruña se llevara el triunfo.

Lluís Costa

El base catalán no ha arrancado la competición como se esperaba. Es evidente que la extraordinaria campaña que realizó el año pasado será muy difícil que lo vuelva a repetir. Los rivales ya saben que es un foco de anotación y reparto de juego del Covirán y lo vigilan y defienden con mucha intensidad. Pero tampoco es normal que el de Sant Just Desvern pierda él solo cinco balones. De hecho, fueron la mitad de las pérdidas de los rojinegros, que esta campaña están reduciendo el número de balones que no llegan a su destino. A Costa no se le ve cómodo en la pista quizá por su autoexigencia. Pero sus números no mienten tampoco. Tras la disputa de las tres primeras jornadas disputadas la anterior campaña tuvo una media de 14 puntos por encuentro. En el mismo periodo de este curso anota ocho por cita. Sin embargo, sus cinco asistencias, alguna de ellas espectaculares, deben servirle para coger confianza y ser importante en el juego del Covirán. Algo que sabe Pin, sus compañeros y la afición. Calidad tiene e inteligencia también. Sólo es cuestión de tiempo. Y además, el técnico tiene “plena confianza” en él.

La zona

Cuando se conoció al completo la composición de la plantilla, muchos fueron los que echaban en falta un pívot dominante en la zona. Los cuatro hombres altos son Jacobo Díaz, al que le gusta jugar de fuera hacia dentro, David Iriarte, Edu Gatell y Niang. Pero ninguno de ellos ha sido a lo largo de su carrera una pieza determinante. Ese hombre al que, cuando el rival defiende el perímetro, enviarle el balón para fajarse en la pintura y asistir o buscar la canasta. El que más caché tiene es Niang, ausente ante Coruña, pero en sus anteriores equipos ha tenido un rol más secundario. No tiene los fundamentos de otros pívots de la categoría para liderar y asumir la responsabilidad en ataque. Pin es más de contar con un bloque en el que todos aporten que de depender de alguien en concreto. Y es una buena política pero dominar la zona es fundamental tanto en defensa como en ataque. En el duelo del domingo, Nick Ward fue el absoluto dueño de la pintura. Se aprovechó de que Niang no estaba y eso fue otorgar mucha ventaja.

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