El Motril consiguió imponerse con cierta facilidad al Loja, del que se esperaba algo más. Fue un partido en el que lo locales mandaron durante los primeros 45 minutos, tiempo en el que consiguieron los goles que le dieron la tranquilidad para el resto del encuentro.

El primer gol llegó a los cuatro minutos gracias a un remate de Pedrito desde dentro del área tras la asistencia de Noé Acosta. El canterano repetiría diez minutos más tarde tras recoger un rechace de Barroso al que batió a la media vuelta. Tan sólo en los minutos finales de este primer tiempo los visitantes comenzaron su acoso sobre la portería de Garrido, a sabiendas de lo mucho que se jugaban en este encuentro.

La reanudación comenzó con los de casa un tanto relajados que dejaron que los lojeños, más necesitados, que se volcaran en ataque. De ahí que llegaran oportunidades importantes como para recortar distancias, algunas estrelladas en los postes como la de Felipe o Raúl Ávila.

La superioridad de la escuadra motrileña desapareció en la segunda mitad, por lo que Diego Martínez introdujo sus cambios dando más consistencia al centro del campo para aguantar la avalancha lojeña. Los de Garre vieron así pasar los minutos sin conseguir premio, deshinchándose poco a poco lo que llevó a que perdieran un partido tras siete semanas sin hacerlo.