Lo que tenemos en Granada, 'futboleramente' hablando, es lo que se mostrará esta tarde sobre la superficie sintética del estadio La Victoria de Pinos Puente. Será el derbi de la depresión, el del 'crack' del balompié granadino, el partido que debería hacer reflexionar a más de uno sobre si esto es lo que la gente quiere, si ya hemos tocado fondo o todavía quedan capítulos tristes por escribir. Pepe Torres Hurtado no irá al fútbol. Mientras 'su' campo se muere de la risa, espléndido su verde, desiertos sus asientos, la localidad de Pinos acoge un encuentro triste, marcado por la inutilidad que supone tener dos proyectos medio muertos en la tercera categoría del fútbol nacional. No se sentarán en el palco los directivos del Granada CF, quienes, quizá, si cumplen con su palabra y con lo que todos esperan de ellos, vivirán uno de sus últimos partidos como dirigentes de la nave. Se miden dos vestuarios sumidos en la inanición, hastiados por el paso de los días sin nada que llevarse al bolsillo por el trabajo, deficientemente clasificados y con la motivación mínima, en algunos casos ni eso. '74' y Granada CF. Nuestro derbi, Quizá no el que nos merecemos, pero sí el que tenemos.

Posiblemente la diferencia de estímulos entre un equipo y otro sea uno de los puntos más importantes a tener en cuenta de cara a establecer favoritismos. Pese a andar dos puntos por encima que su oponente, el Granada CF llega al choque tras un nuevo despropósito en su campo, materializado en derrota; tiene ardiendo el vestuario -conscientes los futbolistas de la pésima situación en la que se encuentra el club, enfrentados con la directiva, el presidente a la cabeza-, sin crédito de cara a muchos seguidores y, lo sentimos por recordarlo, sin cobrar. Y, no hay que olvidarlo, con más de uno y de dos jugadores deseando poner pies en polvorosa y seguir el mismo camino que Zúñiga. El vestuario rojillo comparte algunas cosas negativas, pero al menos se percibe mucha más unidad en su seno. El hecho de salir del descenso si consigue la victoria y el precedente del triunfo en Lucena suben la cotización moral del equipo de Rivera, quien tiene ante sí la oportunidad de irse de vacaciones, sino con el bolsillo caliente, si al menos con el corazón contento.

El precedente del verano, en Armilla, no debería repetirse. La tensión marcó el choque, especialmente en la grada, donde Carlos Marsá fue insultado y vituperado hasta decir basta. La mayoría de seguidores del histórico no acudirán al partido, en parte por los precios y sobre todo por el escaso interés que a estas alturas despierta el equipo de Braojos, toda una incógnita de rendimiento, visto lo visto en lo que va de campaña. Después de hacer sospechar a todos que iba a enderezar su rumbo, tras ganar dos partidos seguidos, la ¿sorpresa? del domingo pasado ante el Roquetas ha devuelto las cosas a su sitio, el lugar donde habitan la desilusión y el fracaso.

Ni Braojos ni Rivera tocarán en exceso sus equipos 'tipo'. El '74' sigue contando con una nómina importante de bajas, pero ya demostró en Lucena que aún así puede ser competitivo. La principal duda es la del Tanque Bordi, que hará todo lo posible por jugar ante su ex equipo, pero que no tiene garantizada la titularidad. En los planes iniciales del técnico, es el nueve del once. La otra incógnita es Milla, otro 'ex'. El alboloteño, muy recuperado de su rodilla lesionada, ha trabajado con relativa normalidad esta semana, ayer también lo hizo, y apunta a la titularidad en la izquierda. Si no, jugará Gámiz. El resto no cambiará: Sergio Molina trabajó ayer con normalidad y ha olvidad sus molestias de empeine, Juan Moreno será el encargado de porfiar por la derecha y Thierry se acomodará donde lo está haciendo últimamente, en la medular junto a Capa.

El Granada CF llega con las bajas de Vicente y Diogo Fonseca. La principal duda de Braojos, como casi siempre, será en la medular, línea a la que podía volver Morales. Lo más probable es que la izquierda sea 'falseada' con la presencia de Jesús Sierra, y que el toledano apueste por un centro del campo muy poblado. Eso, si no quiere dar algún escarmiento y toca algo en defensa, hipótesis muy poco probable. Todo seguirá igual cuando acabe el choque, independientemente del resultado. Como decía un buen amigo en su columna de opinión hace unos días... Ojalá que el de hoy sea el último. Por el bien de todos.

El futbolista del Granada CF Jonathan Rosales podría finalizar la temporada en las filas del Atlético de Madrid, club que tiene muy avanzadas las negociaciones con el jugador para hacerse con sus servicios. El central alboloteño no ha jugado ni un minuto en lo que va de temporada y su marcha no supondría ningún contratiempo grave para Pedro Braojos, quien, como Óscar Cano, no cuenta con él. Pese a todo, el entrenador le ha pedido a la directiva que no salga ningún elemento más del equipo. Jony llegó esta campaña procedente del Villarreal, pero su lugar natural semana tras semana ha sido la grada. Su deseo es jugar y el club 'colchonero' podría ser su destino.