Granada cf

Un día de concentración

  • El Granada completa su segunda semana de preparación en La Manga donde la plantilla rojiblanca tiene tiempo para trabajar y también para disfrutar.

El Granada completa su segunda semana de preparación en las instalaciones del hotel La Manga Club Resort, un recinto que este diario ya les presentó. Ahora, Granada Hoy se ha introducido en el seno de la plantilla rojiblanca para presentar cómo es un día entre los jugadores del Granada. Una plantilla que, además de compromiso e intensidad en sus horas de trabajo, rebosa unión y amistad entre sus miembros. La música es el elemento fundamental que marca el transcurso de este vestuario. Allí, ningún miembro destaca como el más jocoso, pero el descuido de algún jugador puede provocar la  burla. Sin embargo, no todo es tan bonito y tan fácil. Con el paso del tiempo, el esfuerzo es cada vez mayor, y exigente día a tras día. La vida allá comienza temprano y no termina excesivamete tarde, pero tras un despliegue físico de ese calibre, la cama sabe a deseo. 

08:45

Comienza el día en la zona de Las Lomas Village, un recinto de apartamentos situado dentro del lujoso hotel de la costa cálida. Allí comienzan a abrirse las primeras persianas, suenan las alarmas, los teléfonos y demás artilugios sonoros que bien, o preparan los propios futbolistas, o el club se encarga de que suenen con la consistencia suficiente para que nadie quede atrapado entre los brazos de Morfeo. Hay poco tiempo para el descuido, ya que se les cita para tomar la primera, y más importante comida  del día. La salvedad la encontramos en José Alfonso Morcillo, el cual asegura que suele madrugar  bastante, "y si me da tiempo hago algo de deporte por mi cuenta, si no, pues preparo el entrenamiento de la mañana". A partir de esa hora, el goteo de jugadores es incesante. Uno por uno, o en parejas como Mainz y Jaime Romero, salen de los apartamentos de color marrón donde está alojada la plantilla rojiblanca por parejas.  Hay que caminar, bordeando la piscina del recinto. Desde allí, se visualizan las ventanas de las diferentes habitaciones y los coches aparcados por los clientes. El recinto donde están citados se encuentra justamente al final de la piscina,  donde llegan tras subir una serie de escaleras hasta la tercera planta.

09:00

Hora de desayunar. Es en esa tercera planta donde se abre un amplio salón con sus alargadas mesas y sillas que darán acogida a los jugadores. En el desayuno destaca la fruta y la leche. En ciertos casos, también los cereales. Algunos terminan antes, otros se demoran más pero no en exceso. El equipo de utilleros se ha marchado a los campos de fútbol para preparar todo el material, así como el cuerpo técnico que dispone una sesión que llegará más tarde. El entreno se realizará en las instalaciones del hotel, pero que ni mucho menos está cerca de donde la plantilla disfruta de su tiempo libre.

09:30

Rumbo hacia el césped. Aquí comienzan ya las historias en el vestuario. Tras el desayuno, las furgonetas esperan a los futbolistas en las cercanías de las habitaciones. Son dos furgonetas de tamaño considerable que se suman a las dos pequeñas del cuerpo de utilleros. Estos vehículos se encargan de transportar a jugadores, cuerpo técnico y material deportivo hasta unas instalaciones que, aunque son dignas de elogio por su naturaleza, cierto es que están bastante alejadas. Aproximadamente a un kilómetro. Las furgonetas siempre tienen que repetir el camino para recoger a una segunda tanda de futbolistas a los que  transportará hasta el campo. Una vez allí, se calzan las botas y comienzan a tocar balón aunque por su cuenta. Algunos hacen un  rondo y aprovechan para mandarle mensaje a algún compañero en tono burlesco, levantando la mofa de sus compañeros.  El ambiente jovial disminuye cuando los jefes mandan a la totalidad de la plantilla a hacer carrera continua. Es ahí cuando empieza el entrenamiento, pero no terminan los comentarios. 

10:00

Comienza la sesión bajo un sol de justicia y a las órdenes de Anquela, Manolo Cano o el propio Morcillo. Tras la carrera continua, la escuadra se divide en grupos para hacer ejercicios de posesión en rondo. Aparecen los petos y demás elementos necesarios para la preparación. Tras ello, dependiendo del día, el equipo se divide en dos dependiendo del rol de cada jugador. Se ensayan ejercicios de ataque y defensa con posterior definición además de trabajar la resistencia. Estos ejercicios se realizan entre los márgenes de medio campo para cada uno. Conforme pasan los minutos, el cuerpo técnico va imprimiendo mayor intensidad a los ejercicios y halaga a una plantilla que se deja el pellejo pero que no duda en automotivarse. Por ejemplo, se puede instar a Roberto a que firme una gran actuación. De lo contrario, el guardameta podría acabar apoquinando en una cena entre compañeros. Por otra parte, los miembros del club observan atentamente la evolución de la sesión. Algunos aprovechan para hacer ejercicio dando vueltas al césped mientras otro, sentado en el regazo de una sombrilla, incluso se atreve a grabarles en pleno ejercicio físico. El gesto que se reprocha y se intenta evitar con el lanzamiento de un balón que careciendo de mala intención. La intensidad poco a poco desciende, hasta que, llegado el momento, el míster pide que se ponga fin al ejercicio y se detenga el movimiento del balón. Sin embargo, algún balón sigue sobrevolando en dirección a portería, pero la orden del jienense se clava en sus pupilos que detienen cualquier tipo de ejercicio. Toca estirar y los utilleros recogen todo el material para cargarlo y devolverlo al recinto para la siguiente sesión.  Tras los estiramientos, algunos jugadores o el cuerpo técnico atienden a los pocos medios de comunicación allí presentes, coordinados por el jefe de prensa del club Javier Rufete. Los jugadores que no tienen compromisos comienzan a montarse en las furgonetas con destino a las instalaciones del hotel nuevamente. Suena la música, en su mayoría 'reggaetton' y música salsera, caracterizada por su, no precisamente bajo volumen. Aún con el entrenamiento acabado, prosiguen las interpelaciones entre  miembros de la plantilla. Aquél, que en la segunda tanda se queda sin sitio en el automóvil, son motivo de mofa ya que se ven obligados a tener que volver andando. Eso sí, no sin antes lanzar algún objeto al vehículo que se pierde en el horizonte mientras el miembro comienza su trayectoria hacia su habitación.

12:30

Comienza la recuperación. Tras el despliegue físico, aquellos que tienen molestias, o en su defecto las sufrieron durante la sesión de la mañana, se ponen en manos de los médicos y fisios del club. Mientras tanto, los demás, después de pasar por el tratamiento de recuperación, proceden a tomar las duchas pertinentes y hacen tiempo hasta que llega la hora de comer. Algunos aprovechan para hablar con los amigos o la familia. Para Juanma Ortiz, uno de los nuevos, lo peor de estas concentraciones es que "se está lejos de la familia" pero a su vez, el alicantino asegura que  son muy necesarias "para hacer grupo y conocernos todos". Otros se hacen valer de las redes sociales para publicar frases llenas de sentimiento o bien para subir fotos durante la concentración. Incluso algunos hablan con ex compañeros, que se muestran hábiles y les mandan mensajes simpáticos y que encuentran rápida respuesta.    Uno de ellos, el más carismático sin duda es Geijo. El delantero hispano-suizo a través de la red social Twitter se sigue acordando de sus ex compañeros. Es sabido que Álex, además de aportar goles, aportó buen ambiente al  vestuario durante estos dos años.

13:30

Citación para el almuerzo. La plantilla repite el modus operandi de la mañana. La comida les espera en el mismo recinto donde se realizó el desayuno. Sin embargo, la diferencia reside en la cantidad de gente que se agolpa en la piscina que los futbolistas rodean para llegar al salón. Allí se entremezclan con turistas, y en casos con otros equipos que andan concentrados en el recinto como ya sucedió con el Levante. Ya en el salón, los miembros del equipo toman  asiento ataviados con la ropa oficial proporcionada por el club  en un habitáculo que presenta los galones propicios para una gran ceremonia. Y es que tanto lujo se hace extraño al ser compaginado con el atuendo deportivo. Durante el almuerzo predomina la pasta y la carne. Tras  él, la plantilla dispone de tiempo libre para desconectar y descansar.

15:00Todos a la habitación.  A partir de esta hora, todos tienen que estar en sus respectivos apartamentos, pero ahí el cuerpo técnico es permisivo y da cierta libertad. Es ahí cuando aparecen el spa; los juegos de cartas; los campeonatos de Play Station y el juego de moda;  el 'Apalabrados'. Éste echa humo en los terminales de uno y otro. Una tendenca que se mantiene del año pasado y en el que incluso corrió el rumor de que el nigeriano Ike Uche fue capaz de ganar a un español. Por su parte, el cuerpo técnico evalúa la sesión de la mañana y prepara la de por la tarde, al igual que los utilleros, que llegan antes que nadie al césped y se van los últimos.

17:30A merendar. La plantilla abandona su descanso una vez más ante un toque de queda que llega quince minutos antes. Hay que apresurarse para volver al salón para merendar, donde les espera mucha fruta y aportes energéticos.

18:30

Comienza el entrenamiento   Tras merendar, la plantilla se dispone nuevamente a tomar las furgonetas que les trasladan hasta el campo.  Una vez allí, el cuerpo técnico ya les espera así como el de utilleros que no paran ni un segundo para que todo funcione correctamente. Es la última sesión del día, pero no por ello, la menos exigente. Siguen siendo horas intensas y que requieren el máximo de cada jugador, pero que afrontan entre un inmejorable ambiente.

21:30Relax y cena. Tras la sesión vespertina  se procede al retorno a las habitaciones. El ambiente sigue marcado por el ritmo de la música. Una vez hecho el traslado, los jugadores recalan en sus aposentos para tomar la ducha pertinente y acudir a cenar, nuevamente en el salón. Anochece  y el calor en La Manga parece dar un respiro. Tras la cena, conversan o juegan a las cartas sentados en las cercanías de los apartamentos. Se les nota el cansancio, pero siguen en pie de guerra. Otros ven televisión esperando el toque de queda.

00:00

Llegó la hora de  descansar.  A las doce de la noche llega el toque de queda. Se marchan a descansar del largo dí a de trabajo, pero pensando que mañana será igual o incluso más complejo.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios