Lluvia, frío, viento y caídas. Nadie lo esperaba, pero las mujeres tuvieron un día de perros en la prueba de fondo en ruta de los Juegos. Después del sofocante horno del sábado en la carrera masculina, la lluvia fue protagonista en la femenina, que tras 126,4 kilómetros de recorrido terminó con la sorprendente victoria de la británica Nicole Cooke. Se impuso a las favoritas en un día en el que nada salió como estaba previsto. "Me había preparado para condiciones de más calor", lamentó la veterana francesa Jeannie Longo, de 49 años, que en un momento llegó a ponerse al frente del pelotón sólo porque sus músculos se estaban quedando fríos.

Después de ver el sábado a los hombres hidratarse constantemente y buscar la ducha instalada en la subida del circuito, el cambio de escenario fue brutal, con corredoras agarrotadas por el frío viento que soplaba a la bajada del paso de Badaling. La inesperada tormenta no molestó a todo el mundo. La sueca Emma Johansson, que vive y entrena durante todo el año en la lluviosa Bélgica, se colgó la plata por delante de la italiana Tatiana Guderzo.