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El dilema Dembélé, ¿cesión o paciencia?

  • Tras sus dos goles, el punta no tiene claro su futuro en un equipo en el que apenas ha tenido minutos

Ousmane Dembélé.

Ousmane Dembélé. / marta pérez / efe

Inmerso ya en la construcción de un Barcelona más potente, el club azulgrana se encontrará estos próximos meses con un dilema que se verá obligado a resolver: ¿buscar la cesión de Ousmane Dembélé o tener paciencia hasta que explote?

El joven delantero francés de 20 años ha vivido una temporada muy difícil. Primero, tuvo que soportar la losa de ser el segundo fichaje más caro de la historia y el primero en el ranking del Barcelona después de que éste pagara al Borussia Dortmund 105 millones de euros más otros 45 en variables. Y segundo, estuvo más de cinco meses de baja por lesiones. Todo ello unido a su carácter reservado, que no contribuyó a una fácil adaptación del extremo a una de las ligas más exigentes del mundo y a uno de los clubes con más urgencias del continente.

Así se comprobó el miércoles, cuando el jugador francés completó una gran actuación ante el Villarreal. Marcó los dos últimos goles del sencillo triunfo azulgrana por 5-1 y enseñó que tiene velocidad, desborde, imaginación y remate.

"Para la historia quedará que fue el primer día que Dembélé marcó dos tantos en un partido con el Barcelona. Es más, la hipercrítica podrá decir que el fichaje estrella del verano marcó tantos goles anoche como en todo el curso", reseñó el diario Mundo Deportivo.

Para Sport, la actuación de Dembélé "obliga sin duda a darle confianza el curso que viene e invita a preguntarse por qué ha jugado tan pocos partidos trascendentes este curso".

Pero no está claro el futuro de un futbolista que ha contado poco para Ernesto Valverde, durante toda la temporada. Apenas ha jugado 14 partidos en la Liga, sólo en nueve choques actuó como titular y fue sustituido en todos menos en uno.

La llegada de Coutinho en el mes de enero relegó definitivamente al francés en la rotación y las perspectivas de futuro no son mucho mejores teniendo en cuenta que el Barcelona pretende incorporar a su compatriota Antoine Griezmann para la próxima temporada.

Por otra parte, el club azulgrana está obligado a bajar una masa salarial que ya constituye el 86% del presupuesto actual de la entidad azulgrana, una cifra extraordinaria, si bien la marcha de Iniesta reducirá bastante dicha cantidad.

Otra cuestión es comprobar cómo se digeriría la cesión del segundo fichaje más caro de la historia en la casa barcelonista. De alguna forma, los dirigentes del Barcelona estarían asumiendo un error y fomentaría las críticas a su gestión. La decisión no es nada sencilla.

Mientras, la opinión de Dembélé también debería contar: ¿está dispuesto a luchar por la titularidad o prefiere irse a otro club para no estancar su progresión?

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