Granada 74 | real sociedad · la crónica

Diez contra doce, demasiado reto

  • Desastroso El árbitro se carga el partido con una injusta expulsión a Ruz, pero aun así la Real gana en el descuento Espectáculo Ambientazo en el Escribano Castilla, golazo antológico de Luque, partido bonito y abierto... y amargo epílogo

No se puede contar la historia del partido que la Real le ganó al '74' en el descuento sin llevar al primer plano al desastroso trencilla que ayer le tocó sufrir a los granadinos. No se trata de una excusa, ni es la rabia de haber perdido un partido de forma seguramente injusta ante, todo hay que decirlo, un muy buen equipo. Caballero Herreros realizó un arbitraje canallesco, de los que enervan al aficionado más sosegado, una actuación de las que van minando la moral del equipo en pequeños detalles, como el reparto de las tarjetas, coronada por una decisión mayúscula con la que, literalmente, se cargó el partido. Fue cuando expulsó a Ruz por una entrada dura (nadie lo duda), pero noble, realizada por delante y al balón. Después de eso se acabó un partido que hasta ese momento era precioso, competido por ambos equipos, abierto y disfrutado desde la animosa grada. El '74' defendió como pudo el empate en la reanudación, tuvo alguna opción de ganar, pero acabó por ceder en el descuento, rotos sus nervios por el desaguisado arbitral, roto físicamente por el esfuerzo de contención, pero con la cabeza bien alta y erguida. Que esto no se acaba aquí.

La tarde no pudo empezar mejor. Sólo habían pasado 11 minutos, suficientes para comprobar que el '74' se presentó fresco al partido, y que la Real de Coleman venía a Motril a intentar jugar al fútbol (se puede hacer, mal que le pese a muchos entrenadores visitantes). Luque enganchó el cuero junto a la grada de general, muy cerca de la divisoria, a años luz de la portería; miró a lo lejos y adivinó un hueco por el que sorprender a Riesgo. Dicho y hecho. Como quiera que el sevillano tiene un guante por pie zurdo, pareció hasta fácil su ejecución. Véalo en la 'tele' si no estuvo en el campo, le recomienda este redactor. Es de videoteca.

Con el gol de Luque, la grada llena y animada y la Real con el susto en el cuerpo, todo marchaba. Pero era aún tan pronto...

El partido se puso guapo. Luque volvió a aparecer para centrar al área buscando a su socio Aranda (¡qué par de jugones!), y el cuero acabó en córner, uno de los muchos que forzó el '74' cuando hubo partido. La reacción de la Real no se dejó esperar, y fue venenosa: un centro desde la derecha fue remastado de cabeza por Delibasic al palo (18'), demostrando que los donostiarras porfiarían para cambiar el rumbo del choque.

La Real comenzó a ganar la batalla de la medular gracias a un buen Elustondo y a la veteranía de Garitano, mientras Larrea, muy versátil desde la media punta, se mostraba una y otra vez. Crespí tuvo que ir al auxilio de Jaime para robarle la bola a Delibasic cuando ya encaraba (23'), mientras el '74' contestaba con una falta cercana de Luque, que se fue fuera. El partido era precioso y la gente se divertía. Y llegó el empate realista como pudo haber llegado el 2-0. El '74' perdió la bola y Larrea vio a Delibasic pugnando con Benja; el pase del ex del Almería fue recogido por Delibasic, que se adelantó al central, y tras plantarse ante Jaime lo batió inapelablemente (26').

El ritmo no cesó y el '74' rozó el gol al poco de ser empatado. Fue en un nuevo córner botado por Luque y cabeceado por Torrecilla, fuera, en una gran posición (30'). Respondió de nuevo la Real, aunque Ruz estuvo más rápido que Larrea (31'). El propio lateral asistió en la siguiente a Luque, pero el tiro del sevillano desde la frontal se fue fuera (36'). Luego llegó la injusta expulsión, cuando Ruz entró a Gerardo con los pies por delante en zona defensiva de la Real, pero tocando balón. El colegiado lo echó provocando la indignación de todos (42'). En pleno desconcierto, Crespí pudo adelantar al '74' con un potente disparo que se fue al palo.

La historia fue muy distinta tras el descanso. Tapia situó a Saizar de lateral y a Guerra por delante de él, pero a los once minutos sentó a Guerra, devolvió a Saizar a su sitio y sacó a Juanlu para el lateral. Por el centro, Gibanel y Torrecilla se separaron varios metros y Aranda quedó solo en punta. Aún así el malagueño volvió a dar otro recital de técnica, talento, fuerza física... un incordio para cualquier defensa.

La Real sobó mucho el cuero, cogiendo Prieto los galones junto a Elustondo. Aranburu cambió de banda y el equipo de Coleman inquietó desde el principio. La temperatura subió tras dos caídas en el área realista, la primera de Gibanel (49') y la segunda de Aranda (56'), cuando encaraba a Riesgo. El trencilla respondió con tarjetas para los rojillos por protestarle. El '74' aún no renunciaba al ataque. Un gran control de Aranda en carrera sirvió para habilitar a Gibanel, que chutó fuera (60'). Cinco minutos después fue Luque quien intentó sorprender de nuevo a Riesgo desde lejos, pero salvó un zaguero 'in extremis'. Era admirable el esfuerzo de los granadinos, que con diez buscaban el triunfo.

La tendencia fue cambiando con el paso de los minutos. Coleman refrescó el ataque con De Cerio y Uranga, y los realistas comenzaron a colgar balones buscando rechaces, segundas o terceras jugadas.

El duelo se encaminaba hacia el final en mitad de los nervios por nuevas incoherencias arbitrales. La estrategia del fuera de juego era la mejor aliada defensiva del '74', que comenzó a dar por bueno el empate mientras Aranda se iba desfondando. Cuando Tapia lo sentó para sacar a Falcón el mensaje estaba más que claro. Mejor sumar un punto que ninguno. "Está acabado", le gritaban a Luque desde la banda... Pero no. Llegó el descuento, ¡cinco minutos!, y una maldita falta lateral cometida por Borja Criado se convirtió en un envío a la olla de Gari Uranga. Y la melé que la Real llevaba minutos buscando acabó en gol. Es el fútbol. Mejor no darle más vueltas.

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