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El duelo de MVP's, para Wrigth

  • Los dos 'cincos' protagonizan un intenso enfrentamiento en el que demuestran que son claves en sus equipos

  • El pivot nazarí, el mejor del partido, es más determinante en la prórroga

Devin Wright intenta avanzar ante un Nakidjim que atemorizaba con su sola presencia.

Devin Wright intenta avanzar ante un Nakidjim que atemorizaba con su sola presencia. / fotos: carlos gil

El salto inicial fue una premonición. Para dar comienzo el encuentro se fueron al centro de la pista Placide Nakidjim, el hasta ahora MVP de la liga regular, y Devin Wright, el que dos horas después iba a ser el MVP de la final de la Copa la LEB Plata. Balón al aire y sólo lo disputó el pívot granadino, que dio la primera posesión del choque a su equipo. Por delante, 40 minutos, que luego fueron 45, en lo que los ambos demostraron que son piezas fundamentales en sus respectivas plantillas.

Los dos jugadores ofrecieron un bonito duelo sobre el parqué de un abarrotado Palacio. Pero fue en la prórroga cuando el pívot nazarí fue más decisivo para que la final se decantara para los de Pablo Pin. A falta de 1'35'', todo estaba por decidirse: 63-63. Tras un providencial rebote defensivo de Alo Marín, en el siguiente ataque Wright sacó una falta al visitante Norman Rey y se fue a la línea de tiros libres. No es muy seguro el gallego en este tipo de lanzamientos, pero en ese momento llevaba un pleno con 9 de 9. No era el momento para un primer error y ... no llegó. No sólo puso por delante al Covirán en un instante crucial, sino que en la siguiente jugada, cuando La Roda buscaba empatar de nuevo, se mantuvo en su sitio en labores defensivas para provocar otra personal, esta vez al propio Nakidjim. Estas dos acciones en apenas 20 segundos fueron determinantes para el triunfo.

11/11Tiros libres. No es su punto fuerte, pero Wright estuvo ayer infalible desde la línea de personales

Salvo breves lapsus en los que el granadino de La Roda Javier Hernández defendió a Wright, los dos protagonistas se estuvieron emparejandos a ambos lados de la pista. El chadiano, en ataque, intentó alejar del aro al local. Su mejor momento anotador fue en el segundo cuarto, cuando firmó nueve de los 16 puntos de su equipo. En defensa, además de colocar cinco soberanos tapones, uno al propio Wright, Nakidjim hizo valer su envergadura en la zona y provocó no pocas rectificaciones entre los que tiraban o intentaban lanzar.

Wright, por su parte, estuvo trabajador, se fajó con todos y tuvo una mentalidad de hierro. Además, estuvo equilibrado en todas las facetas el juego, sobre todo cuando más desequilibrado estaba el equipo. Y, además, bailó con la más 'fea'. Fue un MVP merecido y su labor, una de las claves para que el Covirán se proclamara campeón.

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