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Un 1-4 engañoso que no evita el sufrimiento

  • El equipo rojiblanco y el hispalense firman números similares en un encuentro que fue bastante igualado hasta el tramo final

Si a uno lee la previa del partido, que le da para saber lo mucho que se juega el Granada y lo poquísimo que se juega el Sevilla, le dicen que el descanso van ganando los rojiblancos por 0-1, ve por casualidad los primeros compases del segundo tiempo y le comentan que al final han ganado los visitantes por 1-4, no tiene ningún tipo de dudas de que el choque ha sido un pase militar en toda regla para la escuadra que dirige José González. Pero hay pocas cosas más lejos de la realidad. De hecho. Si a alguien que ve está viendo el choque le comentan a los 20 minutos que al descanso se va ir el Granada 0-1 arriba no se lo cree, y si cuando el Sevilla consigue el empate le cuentan que va a terminar como termina, se lo cree menos aún.

Los números del partido, las estadísticas y los gráficos de disparos que ilustran esta página son igualados entre ambos conjuntos porque el encuentro fue equilibrado, parejo. Más o menos, las mismas llegadas al área, el mismo número de chuts, idéntico número de intervenciones de los guardametas.

Eso sí, si fue el Sevilla el que comenzó mandando y poco a poco el Granada fue ganando terreno, en la recta final del choque, el protagonismo lo acaparó el conjunto rojiblanco. Después del gol de Babin, el tanto que, posiblemente, más se ha cantado en Granada en los últimos años, el equipo rojiblanco fue el auténtico dominador del choque y una vez que se sintió ganador pasó a dominar las estadísticas.

Tras muchísimos minutos de igualdad y de sufrimiento, el tanto de penalti de El Arabi abría de par en par el camino a seguir una temporada más en Primera División a un Granada que en la segunda parte fue objeto de hasta trece faltas por parte del Sevilla.

El de las infracciones cometidas y recibidas fue el único aspecto de las estadísticas en el que hubo cierto desequilibrio al final del encuentro, debido a la excesiva dureza de los locales en el segundo periodo.

También estuvo bastante equilibrado el aspecto de la posesión de pelota, al final el Sevilla tuvo el esférico algo más del cincuenta por ciento pero venció por muy poco al Granada en el porcentaje.

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