Covirán Granada | Entrevista Pablo Pin-Parte I

Pablo Pin, entrenador del Covirán Granada: "Conseguir el ascenso a la ACB tan rápido no estaba en la cabeza de nadie"

Pablo Pin celebró el ascenso de su equipo emocionado.

Pablo Pin celebró el ascenso de su equipo emocionado. / Jesús Jiménez / PHOTOGRAPHERSSPORTS (Granada)

Logrado el ascenso a la máxima categoría del baloncesto español, el técnico granadino Pablo Pin hace balance de su trayectoria como técnico del Covirán Granada en unos días en los que la entidad está pendiente de que cumpla todos los requisitos para la inscripción del cuadro rojinegro en la competición.

¿Soñaba cuando, allá por noviembre de 2012, viajó a Almería con sus jugadores para jugar con el Gardenhotels el primer partido de la historia de la Fundación CB Granada que en menos de diez años sería el entrenador de un equipo en la ACB?

La verdad es que no. Era un poco impensable pero tampoco durante estos años, exceptuando las dos últimas temporadas, hemos trabajado con ese objetivo. Nuestra meta era ir mejorando cada campaña los resultados y ser más sólidos como club. Decir en equis años queremos estar en ACB es muy complicado. Ha habido equipos en LEB Oro, como por ejemplo Breogán, que han tardado doce años para subir, por lo que conseguirlo así de rápido no estaba en la cabeza de nadie ni en la mía tampoco.

¿Fue uno de los momentos más emotivos del ascenso acudir a la zona donde estaban sus exjugadores y ser manteado?

Me acerqué a esa zona porque había amigos míos como Pablo García, Miki Almazán o mi hermano Nacho, pero vi que también estaban Bortolussi, Carlos de Cobos, Iván Martínez o Berni Castillo, entre otros. Ahora, cuando lo he vuelto a ver por televisión, me emociona y eso es fruto también del trabajo que ha hecho el club para mantener el buen rollo y esa relación.

¿En todos estos años, con qué plantilla se queda con las que ha trabajado?

Hay tres grupos de los que tengo un muy buen recuerdo. El primero, sin duda, la plantilla de Primera Nacional. A los jugadores los llamé de un día para otro y los veteranos, que muchos de ellos estaban sin jugar, se ofrecieron y comprometieron al 100%. Fue un año complicado porque entrenábamos a las 22:30 horas, no cobraban y en ocasiones nos costaba el dinero. Fue un gran esfuerzo. El equipo de Liga EBA, con Jesús Fernández, Jorge Fernández, Berni... estuvo también muy bien. Hicimos un gran grupo al igual que el que formamos en LEB Plata con De Cobos, Devin Wright, Bortolussi que logramos el ascenso y la permanencia en Oro. Ahora, la relación y conexión que tengo con Lluís Costa y Thomas Bropleh es muy buena, pero me quedo con esos tres equipos.

Pin descorcha una botella de champán en el vestuario del Palacio tras conseguir el ascenso. Pin descorcha una botella de champán en el vestuario del Palacio tras conseguir el ascenso.

Pin descorcha una botella de champán en el vestuario del Palacio tras conseguir el ascenso. / Antonio L. Juárez / PHOTOGRAPHERSSPORTS (Granada)

El ‘buen rollo’ es lo que ha marcado la diferencia estos años. En ACB será más complicado. ¿Cuál es su idea al respecto?

Vamos a intentar, dentro de lo que podamos, mantener esa esencia. Es cierto que vamos a mantener una base y habrá elementos que repitan pero en LEB Oro, por ejemplo, nos hicimos un nombre y los jugadores querían venir por club y ciudad. Ahora tenemos que demostrarle a todo el mundo que podemos estar en ACB. Va a ser complicado pero es un asunto que caracteriza al club y queremos mantenerlo.

¿Cuál ha sido el punto de inflexión en su carrera como entrenador?

Hubo un momento en el que dejé de compaginar el baloncesto con mi labor como profesor. Eso fue en LEB Plata. Íbamos creciendo y mejorando, cada año competíamos mejor y ahí me dediqué al baloncesto al 100%. Pero también fue importante la campaña 2019-2020 que se interrumpió por el Covid-19. Estuvimos irregulares, perdimos más que ganamos, pero el club confió en lo que estábamos haciendo y esa paciencia dio sus frutos. El confinamiento lo utilizamos para analizar cómo jugábamos, qué cosas había que cambiar...Nos dio tiempo para darle una vuelta de tuerca a nuestro baloncesto. Teníamos reuniones todas las semanas revisando estilo de juego, la forma de entrenar y cambiamos muchas cosas.

¿En qué ha cambiado Pablo Pin en estos diez años a nivel profesional?

Por un lado en la forma de afrontar las cosas. Cuando vas cumpliendo años, temporadas y partidos la reacción frente a la victoria o la derrota es diferente. Antes, las victorias las olvidaba muy rápido pero las derrotas me duraban mucho. Me cabreaba bastante pero ahora entiendo más la derrota como una parte del proceso de un entrenador y de un equipo. Nadie gana siempre y hay que estar preparado para cuando pierdes. Por otra parte, he cambiado la comunicación con los jugadores y la forma de llevar el día. No es lo mismo ser un entrenador joven y novato con jugadores mayores que tú como me pasó al principio de mi carrera que ahora, que tengo más experiencia.

¿Ve más preparada a la entidad ahora que hace un año tras no ascender ante Breogán para el reto de la ACB?

Más que preparada a nivel estructural, sí es cierto que nuestra mentalidad es diferente. El año pasado quedarnos a un partido de haber podido subir nos hizo ver que todos nos teníamos que preparar un poco más para este curso. Y la prueba está en que en las primeras reuniones que hemos tenido con la Federación, ACB y demás, la directiva lo tenía todo muy avanzado.

Por último, ¿a qué se dedica Pablo Pin en estos días?

Ahora mismo estoy viendo tanto los playoffs de la LEB Oro como de la ACB, dando charlas de formación y estando más tiempo con la familia que durante el año son muchas horas las que no estoy con ella.

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