Supercopa

Un equipo en construcción

  • El Estudiantes se adjudica la séptima edición del Memorial Rodríguez Franco ante un CB Granada lastrado por las ausencias y que muestra que aún tiene que realizar varios ajustes antes del inico de la Liga

El Club Baloncesto Granada no pudo regalar un triunfo a su afición en su presentación en el Palacio de Deportes. El conjunto dirigido por Trifón Poch, quizá lastrado en exceso por las bajas y el bajo momento de forma de alguno de sus efectivos, no jugó bien y el Estudiantes se llevó a sus vitrinas, con relativa facilidad, el trofeo del Memorial Antonio Rodríguez Franco.

Los granadinos se mostraron excesivamente blandos en su juego interior y, por tanto, la falta de equilibrio fue determinante en el resultado final. Los colegiales dominaron desde el mismo salto inicial y en ningún momento pasaron apuros para llevarse el encuentro. Hay que tomarse el partido como lo que es: de preparación. Pero quedan pocos días para el inicio de la ACB y todavía hay mucho por hacer, como incorporar cuanto antes en los esquemas al nuevo fichaje: Coby Karl.

Demasiado anárquico comenzó el CB Granada. Los primeros minutos del proyecto propuesto para la temporada 2010-11 no fueron nada halagüeños: demasiados tiros desde la larga distancia y escaso acierto, todo lo contrario que el Estudiantes, que en un momento cogió una renta importante gracias a su poder desde más allá de la línea de 6,75. (2-11, en el meridiano del primer cuarto).

No cambió mucho el decorado en los siguientes minutos. Los granadinos apenas se dejaron ver en la zona colegial y apenas hubo continuidad en el juego. El Estudiantes, en cambio, estuvo cómodo y apenas se esforzó en demasía para doblar en los guarismos a su anfitrión al final de los diez primeros minutos (10-22).

Los primeros compases del siguiente acto fueron engañosos. Kurz y Korolev -los mejores del cuadro granadino- lideraron una tímida reacción local que permitió que los de Poch se pusieran a seis puntos de sus rivales (20-26, a 6'47'' para el descanso). Un espejismo. Los visitantes volvieron a encontrar la senda de la canasta nazarí ante las excesivas facilidades de la retaguardia local. Un parcial de 0-10 y el Estudiantes otra vez arriba con claridad. El choque siguió sin altibajos hasta que en los últimos segundos los árbitros y Poch cogieron el protagonismo. El técnico fue descalificado.

Con 36-50 y el encuentro desactivado se reanudó la contienda. El tercer cuarto, totalmente insípido, sirvió para ver en escena a Samb, que nada más pisar el parqué superó en puntuación, rebote, intensidad, esfuerzo..., a un Prestes inoperante. Además, los granadinos recortaron en dos puntos la desventaja (54-66, 30').

En el último cuarto Samb continuó demostrando que puede ser un jugador válido. En el correcalles final el Estudiantes certificó su claro triunfo.

Ahora, por delante una semana que ha de ser intensa con la mente puesta en llegar a la primera jornada liguera con los todos efectivos engrasados y encajados.

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