Granada - Sevilla · la crónica

Los errores, una losa (1-2)

  • El Granada cae víctima de sus fallos en un partido en el que es superior al conjunto de Unai Emery. Gameiro da el triunfo a los hispalenses después de que Piti perdonara un gol.

Un gol de Gameiro a falta de escasos minutos en una jugada de tres toques -sacó Beto, peinó Bacca y remachó el francés- dejó helado a un Granada que no mereció la derrota ante un Sevilla que fue más efectivo y que, sobre todo, supo aprovechar los errores de los locales. Entre ellos destacaron sobremanera el de Murillo, en el primer tanto de los hispalenses, y el de Piti, que tuvo en sus botas una gran ocasión para poner el 2-1 cuando faltaba de un cuarto de hora para la conclusión. Sin duda ésta fue la jugada que pudo cambiar el signo del partido de forma radical y, quizá, haber hecho justicia. 

A pesar de algunas momentos de descontrol, fue el cuadro de Lucas Alcaraz el que buscó más el triunfo. Y tuvo ocasiones para ello. El Sevilla también dispuso de algunas, pero fue sujetado por un Beto muy acertado cuando peor lo pasó y contó con un Bacca que hizo demasiado daño. Así, el Granada volvió a dejar escapar los puntos de Los Cármenes... y van 18. Una pena, porque se ha perdido una buena ocasión para instalarse, antes de que acabe el año, en la zona templada de la tabla, incluso en aquella en la que se puede dar el gustazo de mirar hacia arriba más que fijarse en el fondo. Los tan ansiados 20 puntos tendrán que esperar. Quizá lleguen donde el Granada se ha mostrado más eficaz hasta ahora: fuera de casa. 

No sorprendió a nadie la suplencia de Buonanotte en beneficio de Pitti, pero sí el 'banquillazo' de Nyom. Alcaraz optó por Foulquier en la banda derecha. No obstante, el gran ausente ayer fue Manuel Iturra, obligado a ocupar un lugar en las gradas por estar sancionado. 

Comenzó el Sevilla con mejores vibraciones. Parecía como si la goleada que infligió al Betis le hubiera dado alas. Fruto del mejor comienzo visitante, muy pronto llegó la primera gran ocasión del partido. Apenas habían transcurrido cinco minutos cuando un pase de Reyes en profundidad casi le gana la espalda a Angulo, que a duras penas pudo cortar la acción. Diogo cogió el balón para encarar a Roberto, pero el meta tapó bien el hueco. Dos minutos después respondió el Granada. Recio cogió un rechace en el borde del área y no se lo pensó dos veces. Su chut se fue junto al poste derecho de la portería de Beto.

Poco a poco el Granada empezó a marcar el ritmo y a merodear por las cercanías del área sevillista. La principal amenaza para los rojiblancos empezó a ser los rápidos contragolpes visitantes. Y también algún exceso de confianza en su propia retaguardia. Como el que protagonizó Murillo (ayer no tuvo su día), cuando intentó sacar el balón con el tacón dentro del área y se la dio a un contrario. Menos mal que el colegiado echó un cable al pitar una falta más que dudosa (18'). El fallo dejó al colombiano en las Batuecas. Poco después perdió un balón que tuvo 'trágicas' consecuencias para el Granada, pues dio pie a una rápida acción protagonizada por Bacca. El sevillista subió al esférico, se lo guisó y se comió el plato del gol. Ante su chut cruzado y con el exterior de la bota apenas pudo hacer algo Roberto, salvo mirar como se consumaba el tanto (23'). 

El gol dejó tocado al cuadro de Alcaraz unos instantes, que se dejó llevar por el ansia de empatar lo antes posible. Se abrió el campo y el Sevilla vio huecos que no apr. 

Sobrepadada la media hora de juego, el colegiado anuló un gol a El Arabi, que cabeceó al fondo de la red en posición de fuera de juego (32'). Entonces se vino arriba el Granada, otra vez asentado, y en dos minutos tuvo un par de claras ocasiones, sobre todo la primera. Brahimi se fue hasta la línea de fondo y su centro rechazado le cayó a Piti. El catalán no celebró el gol porque Beto se lució en un alarde de reflejos y agilidad (37'). A continuación, a la salida de un córner, Yebda peinó el balón, que se fue fuerapor poco. 

Como no hay dos sin tres, Recio volvió a poner a prueba al meta visitante, que otra vez evitó un empate al que el cuadro rojiblanco se había hecho acreedor en el tramo final del primer tiempo. En los últimos compases, en cambio, casi llegó el segundo de los hispalenses. Rakitic cogió un balón que había sacado Diakhaté como pudo y, desde el punto de penalti, soltó un disparo que rozó el poste izquierdo de la meta de Roberto. 

En la reanudación, tras un pequeño aviso de Carriço en el saque de una falta, Del Cerro cortó en origen una buena salida del Granada al interpretar erróneamente una falta de Angulo. Poco después, otra ocasión para empatar. Yebda, desde muy lejos, soltó un tremendo zapatazo al que respondió Beto, empeñado en amargar la tarde a los granadinistas, lo que a la postre consiguió (53'). 

En un barullo en el área sevillista nació por fin el empate rojiblanco. La defensa visitante no atinó a despejar y el balón acabó en la mano de Carriço. Así lo interpretó Del Cerro. El penalti lo lanzó Brahimi a media altura y muy ajustado al poste de derecho de Beto, que en esta ocasión no pudo hacer nada (62'). 

Y lo que son las cosas. El gol azuzó al Sevilla que, por mediación de Coke, estuvo a punto de cortar de raíz la alegría instalada en el recinto zaidinero apenas un par de minutos después. No quedó ahí la cosa, porque los de Emery pudieron romper la igualdad con un disparo de Bacca que Roberto envió a córner con muchos apuros. Y a la salida del mismo, Mbia cabeceó en plancha. No fue gol por muy poco (73' y 74'). 

Entonces, el partidó volvió a su sitio cuando Piti se sacó de la chistera un jugadón al que le faltó la guinda. El catalán se fue de todo el que le salió al paso y, por el centro, se plantó delante del cancerbero visitante, pero no supo resolver porque le faltó cabeza fría para decidir poner el balón fuera del alcance de un vendido Beto. Poco después, los mismos protagonistas: chut del rojiblanco que buscaba el palo largo y enésima respuesta del portero (78'). 

A falta de tres minutos, después de unos instantes de toma y daca se decidió el partido. Un saque largo de Beto que peinó Bacca lo recogió Gameiro, que le ganó la partida a Diakhaté y marcó el tanto del triunfo sevillista. 

Se lanzó el Granada a por el empate de forma tan arriesgada que el Sevilla estuvo a punto de, al contragolpe, de marcar uno o dos goles más. Eso sí, los de Alcaraz lo intentaron hasta el último suspiro.

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