Cuando un equipo modesto se enfrenta al FC Barcelona tiene dos opciones, mantener su personalidad por encima de todo o jugar en función del rival. En el caso de ayer, el Granada CF era consciente que basar su juego en la posesión ante el equipo que más domina el cuero del mundo era poco más que una quimera, pero tampoco había mucho donde elegir en el banquillo para plantear un duelo trabado, basado en la presión de un centro del campo aguerrido y tratar de sorprender a la contra. Se trató de jugar cuando se pudo pero sobre todo se pudo ver el espíritu de un bloque que cuando está unido es capaz de todo. Se asustó arriba cuando era posible pero destacó un orden con el que habría sido imposible derrotar al cuadro azulgrana.

Ayudas 'anti Messi'

Es evidente que hablar del Barcelona es hacerlo de Messi. El argentino acapara todas las atenciones del rival y ayer no podía ser menos. Lucas Alcaraz lo sabía y planteó una tela de araña por dentro con Iturra como hombre ancla, escoltado por Fran Rico y Recio. Pero también los centrales tuvieron parte de culpa achicando espacios para que el '10' azulgrana no estuviera cómodo en ningún momento del duelo.

El mejor guión

Pocos podían imaginar que casi en la primera aproximación rojiblanca llegaría el tanto local. Pero así fue y a partir de ahí quedaban 75 minutos para defender, estirarse cuando se podía y, sobre todo, no perder el orden. La circulación visitante obligaba a estar muy atentos, a realizar ayudas y apretar los dientes. Se hizo a la perfección, incluso con jugadores desubicados, como Coeff, o nóveles como Christian Bravo.

Juntos

Pero por encima de todo destacó el orden defensivo. El Barcelona, como no podía ser menos y sobre todo por debajo en el marcador, se adueñó del cuero, buscó abrir el campo con Pedro y Neymar y posteriormente Alexis pero con el objetivo de generar espacios por dentro para las llegadas de Cesc y Leo Messi además de Iniesta. El compromiso se palpaba en cada acción defensiva y la buena orientación de los centrales hizo el resto. Una lección de cómo defender ante un equipo que te obliga a correr detrás del balón.

Asustando

Se tuvieron pocas oportunidades de gol en comparación con el conjunto de Martino pero cuando se podía salir de la 'cueva' se hacía con peligro. Se tuvo el gol, y dos manos a manos de Brahimi ante Pinto salvados por Montoya en el arranque del segundo acto y el guardameta gaditano en la recta final a disparo de El Arabi. Ese era el objetivo, asustar en ataque y, sobre todo, terminar las jugadas y en ese aspecto se cumplió a la perfección.

se reivindican

Del choque de anoche hubo varios jugadores que se reivindicaron. Uno de ellos fue Karnezis, que con una gran actuación demostró el por qué es el portero titular de la selección de Grecia. El otro fue Brahimi, señalado en La Rosaleda por su error que pudo cambiar el partido, se le vio mucho más vertical que de costumbre y con acierto ante puerta.