Vincezo Nibali se enfundó el último maillot de líder de una grande que le faltaba. Sólo otro ciclista en activo ha logrado el liderato de Tour, Giro y Vuelta: Alberto Contador.

"Es un honor, algo que muy pocos han podido conseguir, estoy muy emocionado", afirmó el italiano, que esta temporada desembarcó en la formación Astana con el estatus de estrella mundial.

El transalpino se tomó de golpe dos revanchas. La primera con su equipo, cuyo director, Alexadre Vinokurov, lo llamó a capítulo hace unos meses por la ausencia de resultados. Y la segunda con el Tour, que en no pocas ocasiones lo ha situado un escalón por debajo de Chris Froome y Contador.

Ganador de la Vuelta a España en 2010 y del Giro de Italia en 2013, Nibali tiene marcada en su agenda el Tour de Francia. El Astana se lo exige como respuesta al salario de cuatro millones de euros que se embolsa. El que paga exige y los kazakos no se conforman con el campeonato nacional italiano que Nibali logró hace unos días, único triunfo del año.

El nuevo líder de la ronda gala ha dado un golpe de efecto. Considerado por muchos el tercer hombre, Nibali pretende anteponer su desparpajo en carrera a la matemática del Sky de Froome, para lo cual ya hizo un gran sacrificio: no correr el Giro, título que defendía.