Tenis

La extraña victoria de Tommy Robredo

  • El español avanzó a la tercera ronda del Abierto de EEUU ante un rival con la muñeca rota y que intentó seguir adelante sacando desde abajo.

"No sabía si darle la mano o no". Tommy Robredo meneaba la cabeza tras avanzar a la tercera ronda del Abierto de EEUU gracias a una de las victorias más extrañas de su vida, un triunfo ante un rival con la muñeca rota y que intentó seguir adelante sacando desde abajo.

En una mañana en la que comenzaron a sentirse los efectos del huracán Earl, el español tenía una misión dura: levantarse bien temprano, cosa que evita siempre que puede, para medirse al francés Julien Benneteau. Finalmente ganó 6-4, 6-6 (2-1) y abandono, pero tras las cifras hay mucha historia. "Puse el despertador a las 7:15 pensando en que quizás me despertaría y habría lluvia y así podía seguir durmiendo hasta las ocho. Pero miré por la ventana y había sol. '¡Vaya calvario!', me dije. No tenía mis 45 minutos extra para dormir".

El calor no fue tan intenso como en los días anteriores, pero el choque Robredo-Benneteau tenía como escenario la cancha 11, un rectángulo maldito en cuanto a lesiones en lo que va del torneo. Benneteau, 37º del ranking, se lesionó cuando tenía ventaja de 6-5 en el segundo set. El francés corrió a impactar un revés paralelo y tras pegarle a la pelota mostró fuertes gestos de dolor.

Pese a que intentó seguir jugando, Benneteau no podía lanzar la pelota con la mano izquierda a la hora de sacar. Cada vez que intentaba elevar el brazo y darle dirección con su muñeca, el francés apretaba los dientes y desistía. "El problema es que él no podía pedir el médico hasta el cambio de lado o antes del inicio del tie break. Yo le di tiempo para que hablara con el juez de silla, porque veía que estaba mal. Pero pasaba el tiempo y ya no sabía que hacer. Dudu (su entrenador), me decía que le diera la mano".

"Pero entonces decidió seguir jugando, porque le dijeron que tras el tie break podía ser atendido por un médico. '¡Coño!', me dije. '¡Voy a tener que seguir jugando! Y yo que pensaba que había ganado...". El francés penaba en la cancha, pero la situación no era sencilla para Robredo. "Cuando ves que el rival está mal, juegas diferente, es inevitable. Pero cuando vi que no podía tirar la bola me dije que así no me iba a ganar, que si ganaba tres puntos en el tie break el partido era mío". Benneteau llegó incluso a sacar desde abajo en el penúltimo punto del tie break, pero enseguida comprendió que ya no había nada más que hacer. "Ha sido extraño, no me había pasado nunca algo así", admitió Robredo, 41º del ranking, que busca volver a un lugar entre los 20 mejores. "'¿Te doy la mano?', le pregunté".

La cancha 11 se está confirmando como peligrosa para los jugadores, ya que en los días previos los argentinos David Nalbandian y Eduardo Schwank sufrieron sendas torceduras de tobillo allí. El obstáculo de Robredo de cara a un lugar en octavos es el francés Michael Llodra, un jugador que está pasando un buen momento, como destacó Robredo. "Es muy complicado. No está arriba porque no es más constante, pero le ganó a Berdych, cosa que este año tiene mucho mérito".

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