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La falta de viento desluce las regatas

  • Los españoles tienen actuaciones irregulares al sufrir una penalización en Yngling y cometer un fallo estrepitoso en Finn

La jornada inaugural de la vela olímpica, con el inicio de la competición en las clases Finn e Yngling, quedó un tanto deslucida por la falta de viento, que no superó los 6 nudos de fuerza en el campo de regatas y en la que los españoles tuvieron un día muy irregular.

Las dos primeras regatas de ambas clases fueron un calvario para los españoles. Mónica y Sandra Azón, junto a Graciela Pisonero, finalizaron undécimas en Yngling tras una mala lectura del campo de regatas que les impidió estar más arriba.

Esta primera prueba se la adjudicó la tripulación australiana formada por Krystal Weir, Karyn Gojnich y Angela Farrel, que alcanzaron este puesto de privilegio en la última empopada al aprovechar el hundimiento de la tripulación francesa.

En la segunda, el trío español demostró que puede hacer buenas cosas en esta competición. Su velocidad en ceñida les permitió situarse cuarta al remontar la primera baliza, puesto que mantuvieron en el siguiente rumbo para luego, en una prueba de su buen hacer, doblar la última baliza de barlovento en segunda posición.

Ahí cometieron el fallo. Los árbitros que juzgan la prueba sobre la marcha las penalizaron con dar dos vueltas sobre sí mismas al considerar que habían "remado" con la vela, algo totalmente prohibido. Tal vez la ansiedad por evitar perder ese puesto de privilegio jugó a las españolas una mala pasada, pero el caso es que en ese momento perdieron todas sus opciones.

La conclusión, sin embargo, es optimista, ya que al margen de ese fallo demostraron que pueden estar entre las primeras. De momento la clase, tras las dos primeras regatas, es liderada por la tripulación británica formada por Sarah Ayton, Sarah Webb y Pippa Wilson, con un segundo y un tercero, mientras que el segundo puesto es para Canadá con un quinto y un cuarto. Las españolas son undécimas.

En la clase Finn, la otra que ayer debutó, el regatista de La Línea de la Concepción Rafa Trujillo dio una de cal y otra de arena. Un fallo estrepitoso en la primera regata al montar una de las balizas propició que se quedara en los últimos puestos y sin capacidad de reacción dada la falta de viento. "Hay un banco de arena en medio del campo de regatas y si la boya está por encima de los 110 grados te hace irte a la derecha, que es el lado malo, mientras que si se lo ponen más largo te conviene pasar el banco de arena y buscar las corrientes limpias, que es la clave", explicó el español.

El británico Ben Ainslie también tuvo una mala primera manga por la falta de viento y fue décimo. En la segunda manga, Trujillo, encorajinado por lo ocurrido en la primera, apretó los dientes y sacó todo lo que lleva dentro. Mucho más agresivo y con la lección aprendida el gaditano no tardó en situarse entre las primeras posiciones para terminar cuarto, un resultado excelente que demuestra que hay que contar con él para un posible puesto en el podio.

Ben Ainslie también aprendió la lección de la primera prueba y en una demostración de la gran clase que atesora como regatista, el patrón británico se instaló en el primer lugar de la flota a las primeras de cambio, puesto que ya no perdió hasta cruzar la línea de llegada por delante del polaco Rafal Szukiel, que con un tercero y un segundo lidera la general de Finn mientras que Rafa Trujillo es sexto a once puntos del líder.

Hoy debuta el 49er con los actuales campeones olímpicos y máximos favoritos en liza: Iker Martínez y Xabier Fernández.

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