Liga bbva

La faz del perdedor (5-0)

  • El Granada, en estado de absoluta descomposición, es goleado con suma facilidad en el Vicente Calderón. El estado de ánimo de los pupilos de Lucas Alcaraz está por los suelos.

Tiene mala pinta. Inofensivo adelante y muy facilón atrás. Difícilmente se puede ganar un partido si la pólvora se guarda en un barreño de agua y si la retaguardia ejerce la caridad con el rival en grado superlativo. Así, no quedó otra al Granada que sumar un encuentro más sin siquiera un punto que llevarse a la boca. La goleada sufrida en el Vicente Calderón (son diez goles encajados en dos partidos) reafirma que el conjunto de Lucas Alcaraz va a tener que sudar tinta china y algo más si quiere mantenerse en Primera.

El Granada, además, llega al tramo final de la competición en una dinámica muy negativa (dos puntos de los últimos 24 disputados). La impresión es que el estado de ánimo está por los suelos. El encefalograma del equipo está plano, a la espera de que aparezca alguien con un desfibrilador que obre el milagro de la resurrección en un conjunto que ha de afrontar el final de temporada con el agua literalmente al cuello. Lo increíble es que sigue fuera del descenso. La victoria del Barça en Zaragoza hace posible lo que parece imposible.

Una semana más, el técnico rojiblanco removió algunos cimientos en su once para buscar esa tecla perdida que dé sustancia al juego rojiblanco. Y una semana más sin resultado. Roberto volvió a la portería y Diakhaté, simplemente volvió. También lo hicieron Nyom, Ighalo y Brayan Angulo, éste para cubrir la obligada ausencia de Siqueira. En el otro bando, Simeone sólo se vio concidionado por las bajas producto de las sanciones y no dio ninguna concesión. Puso lo mejor que tenía a su disposición.

Pronto se convirtió en papel mojado cualquier plan previsto. Sólo cuatro minutos estuvo operativo. Es lo que tardó el Atlético en abrir la lata granadinista en otra muestra de debilidad en la retaguardia. Un centro al punto de penalti de Koke fue peinado por Diego Costa ante la lentitud de Brayan Angulo y la salida a por uvas de Roberto.

Tres minutos después, más apuros. Roberto no estuvo presto en sacar el balón, que rebotó en Cebolla Rodríguez y le llegó a Falcao, que optó por rematar de cabeza cuando estaba solo.

El Atlético pasó a hacer lo que más le gusta. Jugar a verlas venir, a esperar el momento. El Granada intentó estirar sus líneas, que movieron el balón con más criterio, pero el último pase, ése que otorga ocasiones, siguió morando en el país de Nunca Jamás. Por el contrario, los colchoneros avisaron un par de veces en lo peligrosos que pueden ser a la contra. En una de ellas, Falcao terminó por enviar el balón al lateral de la red.

Veinte minutos tardó el conjunto granadino en inquietar un poco al belga que guarece la meta atlética. Fue en un centro de Torje al que no llegó Aranda. Poco después, fue Nyom el que puso el balón en el borde del área chica. Nolito cabeceó como pudo, sin ninguna opción de dar la dirección adecuada al esférico, que se fue a las gradas.

El que pudo marcar fue Falcao... para el Granada. Una falta bien lanzada por Torje la peinó el colombiano con intención de despejar, pero estuvo a punto de empatar la contienda (25'). El suramericano apuntó mejor en la siguiente acción, al culminar un contragolpe de libro protagonizado por Cebolla, que inicio la jugada, y Diego Costa, que puso el balón en el segundo palo. Falcao, en posible fuera de juego, no perdonó.

No se había llegado al descanso y el encuentro ya se había instalado en un ambiente de escaso interés. Sin ninguna emoción transcurrió el resto de un primer tiempo, con algún que otro acercamiento, casi siempre local.

Aranda pudo hacer algo más en un remate en el segundo palo, al igual que Miranda en el otro área, a la salida de un córner. Falcao se dejó ver en otro par de acciones. El colombiano le puso pimienta a dos de balones que le llegaron sin aparente peligro.

A los quince segundos de la reanudación, el primer tiro entre los tres palos de los visitantes. Nolito fue el protagonista, aunque sin llevar peligro a Courtois. Por el contrario, en la siguiente jugada se sentenció la contienda, si es que no lo estaba ya. Una falta botada por Koke puso de manifiesto, por enésima vez, la ausencia de concentración atrás. Falcao, en medio de todos, metió la cabeza para marcar su segundo gol.

En pleno estado de descomposición, Raúl García pudo marcar por partida doble en la misma jugada. Roberto, con un paradón, y el poste evitaron que llegara el cuarto en uno de los sucesivos chuts (58'). Se resarció el navarro poco después, al aprovechar otra 'estatua' colectiva de la defensa del Granada en otra falta que botó Koke. Y tras el cuarto, el quinto, firmado por Filipe poco después.

Una jugada aislada de Buonanotte, que había sustituido a Ighalo, sirvió para hacer ver al personal que el Granada estaba sobre el césped colchonero. Mereció ser el gol del honor... aunque quizá ayer el Granada no mereció ni eso.

El partido murió entre la desgana visitante, en contraposición a un Falcao que no bajó el pistón hasta que sonó el pitido final con el que concluyó el calvario del Granada en el Calderón. Le queda otro hasta la conclusión de la temporada.

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