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Al filial le sigue bastando un gol

  • Los rojiblancos se imponen al Marbella con un tanto de Morillo para sumar su cuarto triunfo de la temporada

Muchos socios del Granada CF se preguntarán como es posible que, año tras año, el primer equipo nunca responda mientras el filial parece perfectamente confeccionado para lograr su objetivos. Se le puede achacar al cambio de categoría. No es lo mismo Segunda (hasta el año pasado Primera) que Segunda B. Pero lo cierto es que si el 'B' tiene rivales de menos nivel también cuenta, a priori, con una plantilla peor. A priori, claro. Porque la sensación que transmite el 'hermano pequeño' rojiblanco es que es el más capacitado para competir en el buen nombre del granadinismo. También puede alegarse el hecho de que el 'A' -por así decirlo- cuenta con un plantel totalmente nuevo; mas en esa misma tesitura también está el filial; que, por cierto, este verano ha sufrido un terremoto de altas y bajas mucho mayor aún que en cursos pretéritos.

Puede ganar, perder o empatar; pero siempre ejecuta bien su plan, llega al arco rival, da sensación de peligro y sostiene con argumentos sus propuestas. Ayer volvió a hacerlo al imponerse por un exiguo pero válido 1-0 a uno de los gallitos del Grupo IV, el Marbella del granadino Fernando Estévez, que sacó su repertorio de recursos para frenar a los de Morilla pero que fue incapaz de percutir el arco rojiblanco.

El cuadro de Estévez lo intentó hasta el final pero se encontró a un Aarón inconmensurable

El Granada B aprueba donde sea. Lo hace a domicilio -en Villanueva de la Serena o Córdoba, por ejemplo-, en Los Cármenes, como ante el Mérida; o en el indigno escenario de la Ciudad Deportiva de Armilla. Indigno no por las condiciones del terreno de juego, quizá en mejor estado que el del 'coliseo del Zaidín', sino por la gestión que de la instalación hace el club. Dejando a un lado los ya tradicionales, y casi entrañables, problemas para el desempeño de la labor periodística en la tribuna del campo propiedad de la Diputación Provincial -un pino tapa el visionado de una de las porterías desde una parte del graderío- el hecho de que ayer sólo unos pocos cientos de aficionados, muchos de ellos socios, pudieran ver el encuentro sentados en su localidad, no parece la mejor manera de mostrar consideración con la siempre sufrida hinchada granadinista. Ni una grada supletoria había ayer en un campo que no destaca, precisamente, por su capacidad.

En lo estrictamente futbolístico, el equipo de Pedro Morilla volvió a demostrar madurez pese a su juventud y capacidad para gestionar el marcador. Diez minutos tardaron los pupilos rojiblancos en abrir el luminoso. Ese fue precisamente el tiempo que duró el primer equipo en Pucela. Fue Morillo quien, en un rechace dentro del área, cruzó con potencia el esférico a Wilfred, que nada pudo hacer. Antes, en el 7', Estrada y Adri ya habían puesto a prueba al arquero visitante. Y en el 8' volvía a intentarlo Paco Torres con otro lanzamiento que fenecía en las manos del portero de los de la Costa del Sol.

Eso sí, tras el tanto, fueron los malacitanos quienes más se acercaron a la portería. En el 17', Aarón tuvo que meter la manopla en un disparo lejano. Repitió providencia el de Carcaixent en el 26' cuando Corpas remató en un intento de control y taponó bien el meta. Y en el 40', una falta de Indiano directa a la escuadra volvió a ser repelida por un palomitón del '1' del filial.

En la segunda parte, más de lo mismo. El filial dominó durante el primer ecuador y los malagueños buscaron el empate a la desesperada sobre todo en el último cuarto de hora de juego. Estévez necesitaba un revulsivo, y mientras que Morilla optaba por Pablo González para dotar de más equilibrio al centro del campo, el de Capileira otorgaba galones a Javi Añón, que volvía a jugar después de mucho tiempo lesionado y que acabó expulsado por una fea entrada ya en el descuento.

El que es uno de los pesos pesados marbellís dio muestras de su calidad en el 65', conduciendo una contra que Hevia reventó cruzado; pero una vez más apareció la figura de un Aarón que se hizo gigante en la tarde de ayer. El 'B' agotó sus cambios con las entradas de Neva y Eliseo y el Marbella tuvo la última con el tiempo cumplido. El filial suma su cuarto triunfo en cinco duelos.

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