Granada cf-ponferradina· previa

Una final no, pero casi

  • El Granada CF busca sus primeros puntos de la temporada ante otro recién ascendido que no se lo pondrá fácil. Collantes y Tariq se perfilan como los sustitutos de Orellana y Calvo

Hace sólo un puñado de semanas, en pleno subidón por el reciente ascenso, la visita de la Ponferradina a los Cármenes -su primera de la historia a la ciudad de la Alhambra- significaba una fiesta de fin de curso en la que lo de menos, pese a estar en juego el título honorífico de campeón de la Segunda B, era lo que sucediera sobre el verde municipal. Con los dos equipos flamantemente ascendidos a la plata, la ocasión tenía su aquel como homenaje final y despedida a los héroes del ascenso. De hecho, ni en el partido de ida, jugado siete días antes en el Toralín, ni en el reseñado, los aficionados pudieron llevarse mucho a la boca, aunque la victoria final de los rojiblancos coronaba con broche de oro una temporada inolvidable. Granada y Ponferradina vuelven a cruzar sus caminos esta tarde con multitud de caras nuevas en ambos proyectos y los mismos inquilinos en los banquillos. La ocasión, no obstante, se presenta mucho menos liviana y llega cargada de presión y se diría que hasta angustia. El cero del casillero de puntos empieza a pesar como una losa, pese a que esto sólo haya acabado de empezar.

La aspiración máxima de la jornada tiene que ser conseguir la primera victoria del curso y cumplir con lo que dijo Quique Pina durante la semana: hoy comienza la Liga para el Granada. El presidente también aludió a que el choque era como una final para todos, algo que se antoja exagerado y con lo que Fabri no está de acuerdo. De todas formas, a ver qué pasa si las cosas tampoco salen hoy. No cabe pensar en otra cosa que no sea el triunfo, después del desalentador inicio liguero, que ha arrojado un cero tras 270 minutos de juego. Y, lo que es peor, ha generado el primer desencanto serio tanto en el banquillo como en la grada, después de la mala imagen ofrecida por el equipo en el último choque, disputado en Albacete, y de las facilidades que ha concedido a todos sus rivales.

En la caseta y en la planta noble de Recogidas 35 parece, o al menos así se escenifica de cara al exterior, que se han echado pelillos a la mar después de las incendiarias declaraciones de Fabri tras el partido. La intervención de Pina y Cordero, la implicación del grupo en los entrenamientos y las palabras cordiales de Fabri en la rueda de prensa de todos los viernes así parecen atestiguarlo. El público, que tanto ha sufrido durante lustros y lustros, no se va a mostrar especialmente exigente en el año del estreno, pero sí quiere de los futbolistas entrega, compromiso y lealtad a los colores, algo que, como el valor en la mili, se debería dar por supuesto. Esa será la principal exigencia esta tarde y los futbolistas lo saben. Se espera, pues, que sean los granadinos los que vayan a por el partido desde el inicio. Y los que se lo lleven.

Fabri planea disponer sobre el césped un sistema -1-4-4-2- distinto a los empleados hasta el momento. Desterrada su idea de jugar con un sólo pivote, volverá a hacerlo con una pareja por delante de la zaga en la que el único fijo es Mikel Rico. Su compañero, por lo ensayado durante la semana, debe ser Abel Gómez, aunque también optan Óscar Pérez y Bergantiños. Si algo tiene el lucense este año a su disposición son medios centros. En la zaga la principal duda está entre Siqueira y Rubén. El primero parece gustarle más al entrenador y el segundo es más del agrado de la grada. Lo que está claro es que en el eje actuarán Lucena y Mensah, pues no hay más. El morbo estará en ver si Calvo y Orellana, como así parece, se quedan en el banquillo. En sus puestos comparecerán, según lo previsto, Collantes y Tariq, futbolistas enchufados e hipermotivados que pueden ofrecer hoy un plus de entrega indispensable.

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