Fútbol

Un fuerte golpe para el futuro del Deportivo

  • El equipo gallego se enfrenta a una dura situación tras el descenso, con su viabilidad y existencia en el aire.

El descenso a la Liga Adelante supone un duro golpe económico para el Deportivo, que el pasado mes de enero entró en concurso de acreedores y que tendrá que arreglárselas para sobrevivir con ingresos muy inferiores a los de la Liga BBVA. El Deportivo llegó a la última jornada del campeonato con la permanencia al alcance de la mano y descendió tras caer ante la Real Sociedad (0-1). Este descenso ha complicado su viabilidad y su existencia, aunque, días antes de emprender el camino a Segunda, su presidente, Augusto César Lendoiro, que está a punto de cumplir 25 años en el cargo, defendió el futuro del club.

"El futuro está asegurado por completo. El plan de viabilidad del Deportivo está pensado para Primera y para Segunda. Por supuesto, es más fácil para Primera porque la diferencia de estar en una categoría a otra es abismal", reconocía el presidente del conjunto coruñés, que cumplirá 68 años el próximo jueves. No corren buenos tiempos para el mandatario deportivista, que impulsó al equipo a la cumbre del fútbol nacional en los años noventa y en el primer lustro de la década pasada, con un título de Liga, dos Copas del Rey y tres Supercopas, hasta que la ambición por triunfar en la Liga de Campeones le pasó factura.

Los problemas se agravaron en 2005, cuando, después de cinco temporadas consecutivas en la máxima competición continental, el Deportivo no pudo lograr el acceso al torneo y vio reducidos considerablemente sus ingresos mientras que en la plantilla mantenía altas nóminas. El presidente reconoció en distintas ocasiones que aquel proyecto para conquistar Europa (llegó a semifinales en 2004) supuso elevar la deuda, pero arriesgar era lo único que podía hacer para poder situar al Deportivo, un club de una ciudad de 250.000 habitantes, en la elite continental.

Por eso el presidente, a pocos días del partido con la Real Sociedad, advirtió al conjunto vasco de que la 'Champions' es "pan para hoy y hambre para mañana" en un intento por convencer a los donostiarras de que era mejor que no se clasificaran. "Nosotros estamos pagando el esfuerzo que tuvimos que hacer entonces", abundó el dirigente, que después de haber conseguido que el club disfrutara de su periodo más largo en Primera División (1991-2011), ha sufrido dos descensos en las últimas tres temporadas.

El Deportivo, que hace unos meses parecía desahuciado pero afrontó las dos últimas jornadas dependiendo de sí mismo, tendrá que afrontar ahora la difícil misión de la supervivencia.

El pasado mes de marzo, cuando el equipo inició una esperanzadora reacción deportiva, aunque tenía casi los dos pies en Segunda, el administrador concursal del club, la empresa AD Cryex, dejó constancia de una deuda de 156,34 millones de euros, 93,7 a la Agencia Tributaria, en un informe que presentó en el juzgado, aunque el Deportivo mantiene diferencias con esas cifras. De hecho, cuando el 10 de enero solicitó el concurso de acreedores, la entidad gallega reconocía una deuda de 93 millones de euros, 40 de ellos con Hacienda, y estimaba su activo en 185 millones, cantidad que los administradores redujeron a 80,3 millones.

En aquel informe, AD Cryex, que había pedido al juez que apartara a Lendoiro y su consejo de la gestión económica del club, alertaba de que habían protagonizado una "huida hacia adelante" con una política empresarial "temeraria".

"Las verdaderas causas de la insolvencia están en el hecho de haber mantenido un modo de gestión ajeno a la realidad, asumiendo gastos e inversiones en múltiples aspectos por cuantías absolutamente alejadas de las posibilidades económicas de la sociedad", recogían los administradores, que cuestionaban los "artificios contables" del Deportivo. El administrador estimaba un déficit patrimonial de 82,59 millones de euros y no solo criticaba al consejo de administración del club, sino también "la pasividad mostrada durante años por los principales acreedores, la Agencia Tributaria y las entidades financieras".

Pese a todo, consideraba que el Deportivo tenía "viabilidad y que la continuidad de sus actividades" se presentaba como "el escenario menos malo para el conjunto de los afectados y también para la economía local y regional, así como para el fútbol nacional". A finales de abril, con el Deportivo en una situación más optimista en la clasificación, pero con 1,5 millones de euros en caja, el juez que lleva su concurso advirtió al consejo de administración, a AD Cryex y a los acreedores de la amenaza de que se liquidara la sociedad en caso de que no pactaran un acuerdo.

En mayo, Rafael García, sustituto del Juzgado de lo Mercantil número 2 de Coruña, criticó también los gastos que ha venido realizando el club, con el beneplácito del administrador concursal, desde que se acogió a la Ley Concursal. El Deportivo respondió con una curiosa política de ajustes con recortes en la compra de periódicos, suscripciones a canales de televisión, comidas de directivas, gastos del palco de autoridades y supresión de la conexión inalámbrica de Internet en el estadio de Riazor para los medios de comunicación.

Medidas de austeridad que tendrá que aumentar en la Liga Adelante, donde sus ingresos caerán ostensiblemente, por ejemplo, en lo que se refiere a derechos de retransmisión, que según los datos del juez del concurso de acreedores, de los nueve millones que iba a ingresar en julio percibirá solo tres. Por fortuna para el Deportivo, conserva a su afición, unos 8.000 abonados han renovado esta semana su carné pese a no saber si el equipo iba a jugar en Primera o en Segunda y ese respaldo social es el mejor argumento que dan los administradores concursales para confiar en el futuro del club.

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