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Un fútbol demasiado plano

  • Los rojiblancos se muestran en el Vicente Calderón lentos y con muy poca profundidad · Durante varios minutos juegan juntos Uche, Geijo, Ighalo y Henrique

Si alguna conclusión se puede sacar del choque de la mañana de ayer es que si al Granada CF le quitan a Carlos Martins y Fran Rico, el equipo de Abel Resino se muestra demasiado previsible, con un juego excesivamente horizontal y por ende con dificultades para llegar a la portería rival. Esto fue a grandes rasgos lo que ocurrió en el estadio Vicente Calderón, donde llegar a línea de tres cuartos se hizo muy complicado por lo que las oportunidades de gol brillaron por su ausencia.

Sin continuidad

No comenzó cómodo el conjunto de Abel, al que le costó mucho salir de su campo ante la presión de los pupilos de Diego Pablo Simeone. El técnico argentino sabía que sin Martins y Fran Rico, Abel Gómez era la clave en la circulación de balón de los granadinos de ahí que en el arranque, cada vez que el nacido en Sevilla pero criado en Monachil tocaba el cuero, recibía una falta o fuera presionado por hasta tres jugadores. Esto provocó que el Granada apenas tuviera continuidad en su juego, algo que se terminó prolongando a lo largo de los noventa minutos.

Escasa profundidad

Si algo caracteriza a los rojiblancos es la profundidad de sus jugadores de banda. Pero ayer tan sólo Jaime puso algo de verticalidad por banda izquierda. Sin Siqueira, el manchego era la única arma ofensiva de los visitantes ya que por banda derecha Nyom, pese a contar con un apoyo ideal para olvidarse de volver como David Cortés, no estuvo tan osado como en otras ocasiones. El extremeño, pese a partir de extremo y terminar en la izquierda, apenas gozó de ocasiones para centrar por lo que Domínguez, improvisado lateral zurdo ayer, vivió muy cómodo.

Cambio de planes

La inoportuna lesión de Jaime hizo que el técnico del Granada optara por dar entrada al brasileño Henrique, con lo que Abel comenzó su periplo por casi todas las posiciones de la medular y con ello menos participación en la construcción de la fase ofensiva. El tanto de Miranda provocó que la iniciativa pasara a los granadinos pero sin escaso peligro, lo que hizo que Courtois fuera un espectador más.

Lentísimos

Aunque lo más preocupante fue la sensación de pasividad que ofrecieron los rojiblancos. Pese a que el planteamiento inicial era hacer que el choque se le hiciera muy largo al Atlético de Madrid y así acusara el cansancio del enfrentamiento ante el Besiktas del pasado jueves en la recta final, lo cierto es que el cansado parecía el Granada. Porque desde que los de Simeone se pusieron por delante, el ritmo siguió siendo el mismo, o sea, muy bajo.

Cero disparos

Pero sin duda, el dato más preocupante fue que en los momentos en los que Henrique, Uche, Ighalo y Geijo estuvieron juntos sobre el terreno de juego, ninguno de ellos lograron disparar a portería. Cero disparos para los cuatro arietes dice mucho de la capacidad anotadora de este equipo. Un dato: entre los cuatro tan sólo suman siete goles.

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