El Eibar logró una victoria en el derbi frente al Alavés, entre dos equipos que plantearon un partido para ganar y en el que hubo emoción, VAR, remontada y alternativas varias, en un choque especialmente bonito y entretenido.

Lo primero que llamó la atención fue el cambio de esquema de Mendilibar, que utilizó a un solo punta y a tres jugadores en la medular, probablemente para tratar de minimizar los errores defensivos que tan caros le han costado al Eibar en las últimas semanas.

En el Alavés, la principal noticia fue la ausencia de Pacheco en la portería, y sorprendió también la titularidad de Dmitrovic en el EIbar, cuando parecía que aún no estaba recuperado.

Gracias al VAR, el Alavés hizo sangre muy pronto en la herida armera, al marcar el primero a los tres minutos, merced a una falta lateral, rematada de cabeza por Manu García para desesperación de la parroquia guipuzcoana. El Eibar seguía sin mejorar en defensa, y encajó gol en la primera oportunidad visitante.

Los armeros se llenaron de coraje, eso sí, y en los siguientes minutos agobiaron la portería vitoriana. EL VAR volvió a intervenir en el minuto 22, después de que Iglesias Villanueva pitase un penalti a favor del Eibar que resultó ser fuera del área, pero que acarreó la expulsión de Duarte.

El Alavés supo recolocarse en el campo en los siguientes minutos y, pese a que el Eibar seguía dominando, los babazorros continuaban sin sufrir demasiado.

La segunda parte arrancó tal y como acabó la primera, con dominio y llegadas armeras. Una vez más, el VAR se convirtió en protagonista para hacer que Iglesias Villanueva expulsase a De Blasis y cuando más en contra parecía la situación para el Eibar, Jordán empató para que Diop bajara de la nube al Alavés sobre la hora.