La baja de Neymar fue recibida con cautela en Alemania, rival de Brasil en semifinales del Mundial de fútbol: el equipo de Joachim Löw lamentó ayer la lesión del astro brasileño y comenzó ya los entrenamientos para preparar el partido del martes en Belo Horizonte.

"Es una lástima cuando un jugador de la categoría de Neymar se lesiona y queda fuera del torneo", dijo Hansi Flick, asistente de Joachim Löw, con el equipo ya de regreso en la concentración alemana en Santo André tras ganar el viernes 1-0 a Francia en cuartos de final.

Flick siguió el discurso oficial de los alemanes y alertó de que Brasil será un crudo rival en busca del pase a la final, pese a no contar con Neymar ni con su capitán, el defensa central Thiago Silva, suspendido al acumular dos tarjetas amarillas.

"Tienen excelentes jugadores en sus filas y podrán compensar las ausencias", indicó Flick. El asistente contó el entusiasmo de Löw ante el partido. "Nada es mejor que enfrentarse a Brasil, el país del fútbol, en una semifinal de un Mundial", citó al entrenador principal.

La temida Brasil perdió con la lesión de Neymar a su principal recurso en la búsqueda del hexacampeonato en su Mundial, pero en Alemania nadie se atrevió a admitir que la baja del astro brasileño podría ser una ventaja propia: tanto en la prensa germana como en la propia selección dominaron los mensajes de apoyo a Neymar.

"Lo siento por él. Espero que te mejores pronto", escribió el delantero Lukas Podolski en Twitter. El mediocampista Mesut Özil le envió otro mensaje: "Neymar, estoy apenado. ¡Buena recuperación!".

Sólo el ex capitán de la selección Lothar Matthäus señaló los dos aspectos de la lesión de Neymar. "Por un lado es bueno para Alemania, pero por el otro es malo para el fútbol", dijo en la cadena Sport News.

Alemania disputará el martes su cuarta semifinal consecutiva en los Campeonatos del Mundo, lo que la convierte en uno de los equipos más sólidos y estables de los últimos años. "Ahora queremos dar el próximo paso", dijo Löw tras el cruce con Francia, pensando sin ambages en lograr el pase a la final y, por qué no, el título de campeón.

El partido del viernes permitió al técnico arriesgar con cambios que resultaron acertados y encontrar respuestas a dilemas que arrastraba desde principios del torneo, como devolver a Philipp Lahm a su puesto natural de defensor. "El partido de cuartos de final ante Francia no sólo lo ha ganado el equipo, sino sobre todo el entrenador. Joachim Löw arriesgó con una reestructuración del equipo y tuvo razón con sus medidas", consideró Der Spiegel en su web.

Löw comenzó a pensar ya el cruce con Brasil. Sin día de descanso, el plantel entero volvió a realizar ayer trabajos ligeros de regeneración.

Sólo faltó en la práctica el defensor Per Mertesacker, afectado por una gripe. El centrocampista Bastian Schweinsteiger cumplió además un programa especial de recuperación por separado.

El búnker alemán abrió también ayer las puertas para que los jugadores recibieran la visita de familiares. La plantilla tiene previsto viajar el lunes a Belo Horizonte para guardar vigilia de cara a esa semifinal contra Brasil que mide a la mejor selección de América en los Mundiales con la segunda de Europa tras Italia.