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La historia se repite

  • Quince años después de aquel fatídico 25-J, el filial deja escapar la gloria cuando tenía en la mano la victoria ante los pimentoneros Los puestos de 'play off' se quedan ya a seis puntos

Cuando a final de Liga el cuerpo técnico del Granada B haga balance de la temporada, seguro que más de uno se echa las manos a la cabeza. Porque el filial no se cansa de dejarse puntos por el camino en acciones pueriles, fallos defensivos incomprensibles y errores imberbes. Demasiados en los 19 partidos de la primera vuelta que ayer se cerró con el encuentro atrasado ante el Real Murcia y que, de momento privan a los de José Miguel Campos de ocupar uno de los cuatro puestos que dan derecho a jugar el play off de ascenso a Segunda División A.

Aunque eso es casi lo de menos si se tiene en cuenta que el principal objetivo del filial es surtir de futbolistas al primer equipo, tal y como ya hizo el año pasado Success y este Uche y, sobre todo, Adalberto Peñaranda. Ayer, en la enésima oportunidad para sumar y acercarse al Cádiz, el 'B' volvió a tropezar en lo más llano. Cuando más a favor lo tenía, y cuando nadie ya apostaba por el triunfo visitante, el Real Murcia sorprendió a los granadinistas de la misma forma que hace más de quince años lo hiciera con su hermano mayor en aquel fatídico 25 de junio del año 2000.

Superadas las secuelas de aquel golpe, parecía el de ayer un buen día para devolver de alguna forma el golpe. El primer equipo grana no se personaba desde entonces en Los Cármenes. Debía haberlo hecho el 20 de diciembre, pero el fallecimiento de Jesús Samper, a la sazón presidente durante 17 años, retrasó la esperada vendetta hasta nada más y nada menos que la mañana de Reyes.

Y los tres magos de oriente trajeron carbón para un Granada B que parece no aprender de sus errores. Con José Miguel Campos cumpliendo en la grada su segundo partido de sanción, y con las bajas de Matheus, Canillas, Navarrete y Jafar -amén de Uche y Peñaranda- los rojiblancos tenían la difícil papelete de vencer para arrancar la segunda vuelta cerca del Cádiz. Camino complicado que empezó a allanar Fran Morante en el minuto 37 de partido con un cabezazo inapelable a la salida de un córner botado desde la izquierda por Sergio Martín. Casualidades de la vida; una de las facetas donde más apuros suele pasar el filial ayer se tornaba en elemento favorable. Eso sí, con la inestimable colaboración del cancerbero Fernando, que salió a por uvas.

Mejor aún se pusieron las cosas en el 44'. Sin estar el balón en juego, Carlos Álvarez propinó una patada por detrás a Fran Morante que le costó la expulsión. Todo estaba saliendo a pedir de boca en una primera mitad en la que se alternaron las ocasiones. Como la de Álvarez nada más arrancar el encuentro que salvó 'Dimi' con la bota derecha después de un fallo clamoroso de Carmona que no era sino un preludio de lo que llegaría minutos más tarde.

Con el partido patas arriba era previsible una reacción de los pimentoneros, que en ese momento estaba perdiendo la enorme ocasión de poner cuatro puntos de por medio con respecto a su más inmediato perseguidor en la tabla: el UCAM Murcia.

No obstante, fue el Granada B el que dispuso de las mejores ocasiones. Una gran triangulación entre Clifford, Denilson y Nabil la desbarató Fernando en el 54', pese a que el linier había levantado el bandería por fuera de juego. Aunque la más clara llegaría dos minutos después. Nico, de lo más destacado junto a 'Dimi' en el equipo granadinista, condujo una gran acción por la derecha que Denilson mandó incomprensiblemente fuera delante en el área pequeña.

El Real Murcia introdujo a Arturo por Rafa e Isi por Germán. Entre medias, Escudero Marín mostró sendas amarillas a Armando y Ruso que más tarde no reflejó en el acta. Caricaturesco. Tampoco redactó en dicho documento la expulsión del delegado local Francisco Morales, que enfiló el camino de los vestuarios por un rifirrafe con José Antonio Morga, miembro del cuerpo técnico murcianista.

El que no se olvidó de perdonar fue el filial. Primero en el minuto 72. En una jugada sin aparente peligro, Isi sirvió desde el costado derecho, alguien peinó en el área y Chavero, absolutamente solo dentro del área tuvo todo el tiempo del mundo para controlar, levantar la cabeza y fusilar con un potente lanzamiento a Dimitrievski. Fallo de marcaje en cadena del 'B', y el empate a uno que subía al electrónico.

Fue entonces cuando Campos efectuó la primera sustitución al sacar del campo a un desaparecido Nabil Jaadi para darle entrada a Luizinho. Boateng, tocado durante toda la semana, también jugó algunos minutos en detrimento de Clifford. Objetivo, aprovechar la superioridad numérica para dar un zarpazo definitivo al Real Murcia. Sin embargo, iba a ser el Real Murcia el que terminara marcando en un error imperdonable de Fran Morante, que perdió el esférico como último hombre frente aArturo. Con muchos metros por delante, el ariete visitante no se puso nervioso, contemporizó y engañó en la salida a un Dimitrievski que no podía creer lo que pasaba. Los doscientos murcianistas desplazados hasta Granada estallaban de júbilo. Los de Aira prolongan su buena racha (ocho triunfos y un empate en los últimos nueve encuentros) y el filial deja escapar una ocasión única para engancharse a la zona de play off.

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