Fútbol l Liga de Campeones

Un infierno de lo más acogedor

  • El Valencia apabulla a un inocente equipo turco y se coloca como líder del grupo

El Valencia se estrenó en la Liga de Campeones con una contundente victoria en Turquía ante el Bursaspor en un partido de clara superioridad en el primer periodo y que controló tras el descanso, lo que le sirvió para sobrevolar sin problemas un infierno que no fue tal.

La primera parte del Valencia fue perfecta y se saldó con dos goles de ventaja para el equipo dirigido por Unai Emery, que lo siguió desde la grada al estar sancionado. En el segundo tiempo no hubo tanta superioridad, pero, con dos goles más, el marcador final reflejó la diferencia que existió entre ambos equipos a lo largo de todo el encuentro.

El Valencia se adueñó del partido desde el principio. Impuso su superioridad en defensa, sin dar opciones al ataque local, en el centro del campo, desde donde frustró cualquier opción local e impulsó el fútbol ofensivo de su ataque, que fue eficiente y efectivo para lograr un resultado abultado.

Fue un primer periodo completo del Valencia, que, además, de ofrecer un fútbol de alto nivel, consiguió dos goles de magnífica factura, pudo hacer alguno más y demostró una gran consistencia con jugadores que hasta el momento no habían sido protagonistas en la actual temporada.

Un zurdazo impecable de Tino Costa desde más de veinticinco metros puso el 0-1 en el marcador. Para entonces, ya dominaba el Valencia. Era el primer tanto del centrocampista argentino con la camiseta del club de Mestalla.

El partido se mantuvo en poder conjunto ché, con aproximaciones aisladas del Bursaspor, que en caso alguno inquietaron a César, hasta que en el minuto 41 Costa fue, de nuevo, protagonista. Envió una falta al poste y el rechace llegó al fondo de la portería tras un magnífico cabezazo en plancha de Aduriz.

Pudo llegar el tercero antes del descanso, pero un excelente balón de Pablo se estrelló en el larguero. La superioridad del equipo español había sido apabullante durante ese periodo.

Las fuerzas estuvieron más niveladas tras el descanso, ya que el Bursaspor mostró una imagen menos endeble que la del primer periodo, con más voluntad, por lo que se aproximó con más frecuencia a la portería de César.

El Valencia, por su parte, no fue el del primer periodo. Le faltó el poderío que había mostrado hasta entonces y las fuerzas se equilibraron.

Sin embargo, en una jugada asilada y embarullada, un balón de Pablo acabó en el fondo de la portería local cuando quedaban más de veinte minutos para el final y todo hacía pensar que el partido estaba liquidado. Ese tanto provocó que el Valencia recuperara el protagonismo del encuentro.

Entró Soldado, que debutó en competición oficial como valencianista, y bien pronto hizo el cuarto tanto forastero, que convirtió en goleada la superioridad mostrada por el conjunto valenciano a lo largo de todo el partido. Incluso Joaquín, tras una jugada personal, pudo hacer el quinto.

El Valencia no bajó la guardia, dejó en evidencia al rival y, en suma, empezó la competición de la mejor manera posible, con un triunfo claro y contundente a domicilio.

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