El día que había que poner intensidad, pisar el área, encerrar a tu rival al menos en el arranque con la posibilidad de lograr permanencia, no se hizo. Y no se logró porque el cuadro de Lucas Alcaraz estuvo sin ideas, impreciso, muy impreciso, como un flan y con numerosos problemas para crear peligro. Y todo eso se puede observar echando un vistazo a los guarismos del duelo de ayer.

Unos números que reflejan dos partes claramente diferenciadas en cuanto a acercamientos y llegadas al área, pero que fueron insuficientes porque Esteban apenas vio peligrar su portería.

En los distintos aspectos del juego el Granada CF, siempre desde el punto de vista de las cifras, fue superior, pero solo en esa apartado. Y es que nunca hubo la sensación en Los Cármenes de poder ganar el choque y ni siquiera de marcar.

Viendo que con llegadas ya sea por banda o mediante asociaciones por dentro era imposible batir al guardameta almeriense, se optó por los disparos a puerta desde fuera del área. En ese aspecto si se fue superior a los de Francisco pero no así por acierto. En los primeros cuarenta y cinco minutos los rojiblancos pisaron la zona de peligro en cuatro ocasiones, una cifra paupérrima para un equipo que se está jugando la 'vida'. Su rival, por su parte, llegó la mitad de las veces y en la segunda logró el penalti que supuso adelantarse en el marcador. Por ello, lo intentó desde lejos en cinco ocasiones por tres de su rival. Pero no hubo eficacia. Cosa que si tuvo el Almería, que se fue al descanso ganando gracias al único disparo a puerta entre los tres palos que realizó.

Donde sí 'ganó' el cuadro visitante, al margen de tres puntos que le acercan la permanencia, fue en el números de faltas cometidas y recibidas. Y lo hizo porque el cuadro de Francisco supo qué hacer en todo momento, frenar a su rival cuando más convenía para romper el ritmo de los locales.

Mención aparte merece el trabajo de uno y otro portero. Karnezis, a lo largo de los noventa minutos, tan solo intervino dos veces con cierta relevancia. Todo lo contrario de Esteban, que al margen de tirar de experiencia y frenar el empuje de los granadinistas cuando más apretaban, cuando tuvo que actuar lo hizo casi todas las veces con acierto en las siete veces del primer acto y las cinco en el segundo.

En la reanudación, el mayor dominio aunque sin dar sensación de peligro de los de Alcaraz se tradujo en un cierto acoso, al menos por insistencia en llegadas al área y disparos a puerta. Sin embargo, con todo el arsenal en el campo, era evidente que el Almería iba a hacer daño sobre todo con Aleix Vidal y así lo hizo para dejar sentenciado el choque.

Se esperaba más, mucho más, del Granada CF ayer pero no lo ofreció. Ahora lo tendrá que hacer en la última jornada si no quiere evitar jugar la próxima temporada en la Liga Adelante.