El argentino Lionel Messi, el italiano Sebastian Giovinco o el holandés Royston Drenthe son algunos de los pequeños gigantes que hacen delirar al fútbol masculino de los Juegos, confirmando que "lo bueno viene en tarro pequeño" como refiere el famoso refrán.

La 'Pulga' Messi, que se marchó para seguir un tratamiento de crecimiento cuando a sus 13 años medía mucho menos que la media, es la carta de Argentina en su reto de defender el oro de Atenas '04, como lo demostró con su gol en el 2-1 a Costa de Marfil. Sus regates y mágicas aceleraciones, con su 1,69, ya no sorprenden al mundo, que lo disfruta en el Barça y la albiceleste.

Pero si su entrenador Sergio Batista decidiera darle descanso, otro pequeño coloso podría maravillar: Diego Buonanotte, mediapunta de 20 años de 1,57, figura máxima en el último título de River Plate en el campeonato argentino.

Argentina tiene una histórica tradición de pequeños genios, comenzando por Maradona, que no llega al metro setenta, o el armador del último campeón mundial albiceleste sub 20' en Canadá, Frasquito Morález, de 1,63m.

Los bajitos argentinos parecen enamorar en Europa, donde aterrizó el 'salvador olímpico' Lautaro Acosta (1,70), que marcó el gol del triunfo del primera partido albiceleste ante los 'Elefantes', que controlaron bastante bien el explosivo diablillo Sergio Agüero (1,70).

Pero la nueva joyita del torneo se llama Sebastian Giovinco, de 21 años, a quien ya comparan con Roberto Baggio por su liderazgo en la Nazionale sub 23, al tiempo que Gianfranco Zola reconoció al volante de la 'Juve' de 1,64 como su posible sucesor. "Para jugar bien al fútbol no es necesario ser muy alto. Lo que se necesita es rapidez y sentido del juego. Y, Sebastian los tiene", señaló Zola

El joven Royston Drenthe, de 1,67 y apenas de 19 años, ya tiene en sus espaldas una temporada en el Real Madrid, pero en su Holanda ya es uno de los referentes, con despliegue y personalidad por la banda izquierda. El chiquito movedizo en Brasil se llama Rafinha, un lateral derecho que pasa al ataque con habilidad y potencia, pese a su metro setenta que hace levantar al pública del Schalke 04 alemán.

El estadounidense Freddy Adu (1,71) o el camerunés Marc Mbouga (1,61) son otros locos bajitos que inundan de alegría las canchas de Pekín 08.